Entre las muchas capacidades y habilidades personales que debe tener el emprendedor, una de las más importantes es ser capaz de lidiar con la frustración. Debes ser plenamente consciente de que, por mucho que planees las cosas y vayas con pies de plomo, siempre va a haber circunstancias incontrolables que pueden acabar con tus planes o hacer que tengas que llevar a cabo grandes cambios.
Es perfectamente normal que ante una situación de este tipo te sientas desbordado y desanimado, pero no puedes dejar que el desaliento te venza. Sentirse frustrado no es un buen sentimiento pero, si aprendemos a sobreponernos a la adversidad, ganamos en experiencia y en resiliencia, lo que nos beneficia enormemente tanto a nivel personal como a nivel profesional. Por eso, vamos a ver qué podemos hacer cuando la frustración hace acto de presencia en nuestra vida.
5Sé flexible y haz cambios cuando sea necesario
A la hora de emprender es fundamental planificarlo bien todo, para ello contamos con herramientas como el plan de empresa. Sin embargo, debes ser consciente de que es posible que no todo salga tal y como tú esperabas. Por eso, un poco de flexibilidad te irá muy bien para esquivar a la frustración.
En lugar de darte cabezazos contra una pared fustigándote por lo que ha salido mal, cuando lleguen los problemas o los inconvenientes sencillamente haz pequeños ajustes en tu estrategia o en tu forma de trabajar. La idea es que, aunque tardes un poco más en llegar a tu meta, al final lo consigas.