Entre las muchas capacidades y habilidades personales que debe tener el emprendedor, una de las más importantes es ser capaz de lidiar con la frustración. Debes ser plenamente consciente de que, por mucho que planees las cosas y vayas con pies de plomo, siempre va a haber circunstancias incontrolables que pueden acabar con tus planes o hacer que tengas que llevar a cabo grandes cambios.
Es perfectamente normal que ante una situación de este tipo te sientas desbordado y desanimado, pero no puedes dejar que el desaliento te venza. Sentirse frustrado no es un buen sentimiento pero, si aprendemos a sobreponernos a la adversidad, ganamos en experiencia y en resiliencia, lo que nos beneficia enormemente tanto a nivel personal como a nivel profesional. Por eso, vamos a ver qué podemos hacer cuando la frustración hace acto de presencia en nuestra vida.
1Sé consciente de tus sentimientos y exprésalos
Lo peor que puede hacer alguien con su frustración es quedársela para sí mismo. Porque, si no asumimos esta sensación y nos la “tragamos”, tarde o temprano acaba saliendo y no de la mejor manera posible. Si como emprendedor no asumes tus propios sentimientos e incluso los compartes con los demás, te costará mucho más superar los malos momentos.
No pasa nada por reconocer que te sientes hastiado a incluso desilusionado. Reconocer los errores propios y dejar salir las emociones es una gran demostración de inteligencia emocional. Si comprendemos nuestra emociones y sabemos qué las origina, lidiar con la frustración nos será mucho más fácil. ¡Incluso podríamos llegar a evitarla!