Esta madrugada podría ser la última de cambio de hora de la historia en España. “A las dos serán las tres”. Una vez más resonará la popular expresión que ha acompañado cada cambio de estación desde 1973. Detrás del cíclico movimiento de las agujas del reloj se ha acomodado la creencia generalizada del ahorro energético como justificación, pero, ¿es realmente cierto?
Varios estudios reflejan que puede serlo para aquellas provincias que estén situadas al este de España, pero no para todas. Según Roams, experto digital en materia energética, las más perjudicadas son las regiones situadas al oeste, sobre todo, las Islas Canarias, que cuentan con un horario que no se ajusta al de la Península en aprovechamiento de luz solar.
Y es que cuando amanece en Gerona, ciudad española en la que más pronto lo hace (a las 6:46 horas), a Pontevedra le faltan todavía 46 minutos para ver el sol (7:32 horas). Con el cambio horario, habrá que añadirle una hora más, por lo que en Gerona saldrá el sol a las 7:46 horas y en Pontevedra lo hará a las 8:32 horas.
Todo esto sin tener en cuenta a las Canarias, las más afectadas sin duda con el cambio de hora para el ahorro energético. En Las Palmas de Gran Canaria se ven los primeros rayos de luz ahora mismo a las 7:03 horas y en Santa Cruz de Tenerife a las 7:06 horas. Una escasa diferencia de tres minutos. Pero eso sí, teniendo en cuenta la hora peninsular.
Si se tuviese en cuenta la hora canaria, en ambas ciudades no amanecería hasta las 8:03 horas y 8:06 horas, respectivamente. Si además le sumas una hora más por el cambio horario, no será hasta bien entrada las 9 de la mañana cuando se pueda aprovechar el 100% de la luz solar en casa.
Por tanto, a la hora de tener que encender la luz por las mañanas supone un claro contraste entre unas ciudades u otras. En el caso de las Islas Canarias, se ven obligados a hacerlo. En Cataluña o en las Islas Baleares, apenas tienen esta necesidad puesto que se levantan de la cama siendo ya prácticamente de día.
40 AÑOS DE DUDOSO AHORRO ENERGÉTICO
Tomando como referencia los horarios de luz mencionados, el ahorro energético resulta más que relativo, puesto que depende de muchos factores, entre ellos, la tarifa de luz contratada, el tipo de bombillas que usamos y, por supuesto, la provincia en la que residas. A lo que se suma también la situación de vida de cada familia. Ahora, con el modelo de teletrabajo cada vez más extendido, son muchos los padres de familia que trabajan desde casa.
Encender la luz se convierte en parte de nuestra rutina si vivimos en un piso con baja luminosidad. Desde Roams emplean varias variables para calcular si realmente el cambio de hora supone un ahorro en el recibo de la luz o se trata de un cuento.
Por un lado, el experto digital en materia energética utiliza para sus cálculos los dos tipos de bombilla que más se usan en España: incandescente y LED. La primera consume 60W, que son 0,06 kW y la segunda 10W, que son 0,01 kW, y el estudio se realiza sobre 10 bombillas y los 22 días laborales de un mes, aplicando el precio medio de la luz al día.
En una tarifa estable, las bombillas incandescentes (0,6kW) a 0,13383€/kWh, la hora de luz encendida supone 0,080298€, por 22 días el coste se elevaría 1,76€, en el caso de 10 bombillas. En el mismo sistema de tarificación, las bombillas LED (0,1kW) por 0,13383€/kWh representa una cifra de 0,013383€/hora encendida, que por 22 días, alcanza los 0,29€ (10 bombillas).
En cuanto a los mismos cálculos, en relación a la tarifa de discriminación horaria, la bombilla incandescente (0,6kW) por 0,11238€/kWh resulta 0,067428€/hora encendida, y asciende a 1,48€ (10 bombillas) en el período de 22 días. En el caso de la bombilla LED (0,1kW) por 0,11238€/kWh, supondría 0,011238€/hora encendida, por 22 días, y la cifra alcanza los 0,24€ (10 bombillas).
Según las conclusiones del cálculo de Roams, a priori, parece que aquel que vive en el oeste de España es quien más paga por tener encendida la luz de su casa y puede parecer un agravio comparativo entre los ciudadanos de un mismo país.
Sin embargo, el mismo razonamiento plantea la situación inversa: en aquellas zonas donde antes amanece, antes anochece, con lo cual, “comido por servido”. Lo que la zona este ahorra por la mañana, la oeste lo hace al caer la noche. Una razón más que demuestra que el cambio de hora no es tan efectivo como parece.