El aceite de oliva virgen extra, el oro líquido de España, es una de las grasas vegetales más sanas de todas, con propiedades contra el envejecimiento, antibacteriano, para mejorar la salud intestinal, prevenir la artritis, el cáncer y diabetes tipo II, mejorando las propiedades cognitivas, y con ácidos grasos saludables. Además de eso, también cuenta con innumerables aplicaciones cosméticas, como lubricante, etc.
Este líquido extraído del prensado de las aceitunas se ha venido usando desde hace siglos, y sigue siendo uno de los pilares de la alimentación mediterránea. El problema es que, al ser un producto tan demandado, existen muchos engaños en el etiquetado y calidades que pueden variar mucho entre marcas. Por eso, deberías saber cómo elegir el mejor AOVE y que no te estafen.
2¿Cómo elegir un buen aceite de oliva virgen extra?
Algunos consumidores piensan que solo importa la marca y nada más. Pero nada más lejos de la realidad. Existen muchas características que deberías comprobar antes de comprar un aceite de oliva. De esa forma, te puedes asegurar que has elegido el mejor aceite de oliva virgen extra del establecimiento.
Los consejos para elegir el mejor AOVE son:
- Acidez: es muy importante que siempre esté por debajo de 0.8, de lo contrario no será un AOVE. Mientras más baja sea, mucho mejor. Se diferencia así del virgen a secas (hasta 2) y el aceite de oliva a secas (hasta 3.3).
- Dónde y envases: aunque parezca estúpido, ver dónde está situado el aceite de oliva virgen extra es importante. Por ejemplo, si ves que está en una vidriera en una zona donde le da la luz directa del sol, deberías descartarlo. El aceite se estropea con la luz, por eso las aceiteras suelen ser opacas. Siempre selecciona botellas que estén en lugares frescos, oscuros y secos. Por eso mismo, es mejor aquel que esté envasado en botellas oscuras, o latas opacas.
- Virgen extra: no compres aceites refinados de oliva, mezclas, etc. Siempre asegurate de que es un aceite de oliva virgen extra y que no proviene de mezclas de varios AOVE diferentes.
- Procesado en frío y mecánicamente: la extracción se hace mecánicamente, pero no todos lo hacen en frío. La temperatura ideal de extracción son los 27ºC o menos. Mientras menor, mejor calidad.
- Joven: aunque los muy jóvenes tienen un cierto picor, si tiene más de un año no deberías comprarlo. Este aceite se conserva mucho tiempo, pero eso no quiere decir que no vaya perdiendo calidad.
- Precio: rechaza los que sean muy baratos, es probable que no sea aceite de oliva virgen extra puro o que su calidad sea dudosa.
- Atroje: si no huele o sabe a aceituna es un indicativo de una producción defectuosa, ya que las aceitunas se dejaron al aire libre más de 24 horas, comenzando su descomposición.
- Envasado en origen: mejor si está envasado en origen (donde se produce) para garantizar la calidad y evitar que se pueda haber oxidado por los transportes.
- Color: no lo tomes como un indicativo de si es bueno o no. Ni e más verde o el más amarillo indican que sean mejores, solo es cuestión de los tipos de aceituna empleada.
- Solidifica: algunos rechazan el aceite de oliva si se solidifica cuando hace frío. Pero todo lo contrario, los aceites que se vuelven densos y blanquecinos con el frío son los mejores.