A la espera de que la cotización a la Seguridad Social basada en ingresos reales se convierta en una realidad en los próximos meses, no son pocos los autónomos que han decidido cambiar la base de cotización para ahorrar algo de dinero. Aunque algunos no lo ven como la mejor solución, para muchos de los afectados por la crisis económica derivada de la pandemia es una alternativa más que viable para obtener liquidez y ahorrar en un momento tan complicado como el actual.
El sistema de cotización al RETA es algo peculiar. Los autónomos pueden elegir su base de cotización en función de lo que creen que van a ganar, y esto determinará que paguen más o menos de cuota mensual. De hecho, en la mayoría de los casos los profesionales por cuenta propia prefieren no pillarse los dedos y escoger bases de cotización más bajas para asegurarse de que no van a tener problemas a la hora de pagar a la Seguridad Social.
5¿Qué hacer si no se puede pagar la cuota a la Seguridad Social?
En algunos casos especialmente complicados, ni bajando la base de cotización se puede hacer frente al pago de la cuota mensual del RETA. Pero tener deudas con la Seguridad Social nunca es buena idea. Esto no solo priva del acceso a ciertas prestaciones públicas sino que, además, hace que la deuda empiece a sumar intereses, haciendo que la cuantía suba y suba.
Para aquellos que tienen una situación complicada y no disponen de liquidez, la Seguridad Social admite posponer el pago. Para ello, el interesado debe informar de que quiere retrasar el pago, y debe hacerlo antes de que surja la deuda. Este aplazamiento también lleva aparejados unos intereses, pero su importe es menor que el de los intereses de demora que se aplican si la deuda se ha dejado pendiente de pago.
La falta de liquidez es un problema muy grave para el autónomo, porque puede llevarle a una situación de morosidad. Por eso, es importante que medite muy bien la situación y tome las decisiones más inteligentes posibles.