Cofares se dedica a la distribución de medicamentos. Una labor ardua que les hace recorrer, cada año, 58,8 millones de kilómetros. Tiene más de 11.300 socios farmacéuticos y cooperadores, 7.000 farmacias operando como clientes, y su facturación supera los 3.400 millones de euros (datos de 2019).
Eduardo Pastor, su presidente, ha aceptado una entrevista con MERCA2 en la que explica, entre otros aspectos, cuáles son los planes de la compañía. Y, de cara al futuro, la sostenibilidad jugará un papel destacado.
“Estamos en un proyecto piloto que es innovador en la logística de la distribución de medicamentos. Vamos a intentar que el 20% de las rutas sean eléctricas, sobre todo en zonas urbanas. En zonas rurales es más complicado por las distancias”, afirma el presidente de Cofares. Y matiza: “Tenemos la intención de que el 30% de esa capacidad de distribución sea de una manera sostenible con vehículos eléctricos”.
Con estas medidas, lo que pretende Cofares es reducir alrededor de 5.600 toneladas de dióxido de carbono en el medioambiente durante los dos próximos años. Asimismo, conllevaría la reducción de la sonoridad en un 10%.
COFARES Y LA PANDEMIA
Con la pandemia, la farmacia ha estado ahí, sirviendo a los ciudadanos, cuando otros tipos de centros no podían asistirles. “La farmacia es un centro de salud, sobre todo de prevención, no sólo de dispensación de medicamentos”, señala Eduardo Pastor.
El presidente de Cofares señala rotundo que la farmacia debe ser un jugador importante para contribuir a detectar los casos asintomáticos que hay en la población. Y no entiende el por qué algunos partidos y sindicatos rechacen las colaboraciones. “En una época como la que estamos atravesando, con la peor crisis sanitaria de los últimos cien años, es una pregunta que se deberían hacer ellos. ¿Cómo no puede ser que podamos colaborar todas las profesiones sanitarias en ayuda de la población? Esa pregunta deberían responderla ellos, pero con unos argumentos concretos para convencernos de que esa posibilidad no se puede llevar a cabo”, recalcó.
El presidente de Cofares es un firme convencido de la colaboración público-privada, sobre todo en sanidad. Y resalta que la pandemia ha conectado más la farmacia con el paciente. “La farmacia ha sido el único recurso sanitario que estaba abierto durante el confinamiento. Ha contribuido en quitar dudas, en tranquilizar, en aconsejar y, sobre todo, en ser un centro de referencia, una luz encendida para aquellas personas que estaban pasándolo mal”, subrayó.
Cofares, además, tiene una fundación que, durante la última década, ha devuelto a la sociedad lo que la sociedad le da al mundo farmacéutico. Ayudando a quienes han quedado desprotegidos por la pandemia, como niños y personas dependientes, y trayendo niños del tercer mundo para ser operados aquí.