El hartazgo de provocan los mastodontes digitales estadounidenses que expanden sus alas en Europa sin apenas crear trabajo estable ni pagar impuestos ha creado una atmósfera irrespirable de la que Google pretende salir indemne a través de un calculado acercamiento hacia los aledaños del Gobierno de España.
El gigante del buscador, en plena negociación para resucitar el servicio News en España, se ha acercado a los medios cercanos al Ejecutivo que lidera Pedro Sánchez, desde El País a eldiario.es, e incluso parece haber rebajado la ingeniería fiscal que tanto molesta a los socios del PSOE: en 2019 asegura que facturó 132 millones en nuestro país y es por ello que ha pagado en Impuesto de Sociedades una cantidad que no parece la de una pyme: casi 9 millones.
NEGOCIACIÓN SIN TENER EN CUENTA A ‘LOS MEDIANOS’
El Gobierno de España tumbará previsiblemente antes del verano el ‘canon AEDE’ que se introdujo con la ‘ley de Propiedad Intelectual’ (que ahora se va a revertir a cuenta de la Directiva europea). Esta situación facilitará el regreso a nuestro país de Google News tras siete años de ausencia.
Pero uno de los problemas del regreso, tal y como señalan fuentes mediáticas a MERCA2.es, es que Google pretende tirar de chequera ante tan solo una veintena de medios: a los nativos digitales reyes del tráfico les caerán entre 150.000 y 200.000 euros anuales y los mastodontes del papel recibirán un ‘aguinaldo extra’ por la solera.
Y mientras tanto varios medios ‘medianos’ no están recibiendo ofertas económicas quizás porque Google pretende tirar de elitismo y que la influencia de esa veintena de periódicos amigos le hagan el ‘trabajo sucio’ ante La Moncloa. Es decir, que el ‘top 20’ de tráfico en España le permita crear un clima mediático favorable a sus intereses con el que se puedan marginar al resto.
El resto de periódicos, los ‘medianos’, no parecen tener vela en una entierro que podría desembocar en que una colección de elegidos se comen una tarta que, a priori, es para más de cincuenta comensales.
SILENCIO, SE NEGOCIA
Google intenta negociar con algunos editores españoles sin provocar demasiado ruido. La compañía radicada en California y dirigida por Sundar Pichai pretende atar contratos con los miembros del ‘top 20’ mientras el Gobierno estatal se reblandece ante un cambio de normativa que quizás solo favorezca a una élite (en vez de favorecer a todo el sector).
Este hecho puede provocar que algunos medios se sientan desagraviados por el gigante del buscador, que en otros países ha tenido que llegar a acuerdos económicos con todos los actores mediáticos en vez de tener la posibilidad, tal y como va a ocurrir en España, de que una selección de elegidos se lleven la tarta económica (y por lo tanto consigan una posición de privilegio de cara al futuro mientras otros reciben simplemente visibilidad, en vez de dinero, o ‘largas’).
Cierto es que Google no disfrutará de un paseo militar en la vuelta de News. Y es que en la oposición ya están intentando zancadillear sus planes (con presiones para mantener el ‘canon AEDE’). Y medios no alineados con las dos grandes trincheras ideológicas también pueden estallar tras advertir con preocupación que se están tejiendo unos acuerdos opacos con los que se puede predecir que solo los ‘elegidos’ por el buscador van a tener relevancia a medio plazo.
«¿Por qué Google España no ofrece condiciones económicas, aunque sean menores, a medios que no se encuadran dentro del ‘top 20’ de tráfico?», se pregunta el director de un importante periódico español en declaraciones a MERCA2.es.
¿Y EL SECTOR?
Es evidente que Google cree que ‘comprando’ a unos pocos periódicos puede resucitar en España su servicio News. Deberían recordar estos colonialistas que la legislación se cambia para todo el sector y que, si quieren contentarlo, necesitan agradar a otros actores sin tanto renombre.
Google, por el monopolio que disfruta, debe admitir que tiene que empezar a consolidar cientos de puestos de trabajo periodísticos mediante unos acuerdos que no deben excluir a proyectos mediáticos con menos tráfico e ínfulas que sus ‘nuevos amigos’.
Por cierto, entre estos nuevos amigos de Google se han posicionado periodistas que en su día se convirtieron en padrinos del ‘canon AEDE’ o gurús progresistas que rompen el ‘todos a uno’ porque, a pesar de su ideología, les interesa su ombligo en vez del futuro del periodismo español.
Google tiene el derecho de invitar a los reservados de los restaurantes madrileños a unos pocos. Pero puede que no le salga barato.