El logotipo de una empresa, o logo, es más que una simple imagen. Este símbolo, y su formato, pueden ser toda una identidad de la marca o de la empresa. Estos logos gustan y disgustan a los potenciales clientes al igual que otros detalles: servicio, calidad, etc. Por eso, es importante que sea representativo, atractivo y evolucionar conforme lo hace la empresa.
Por eso, diseñar el logo de tu empresa debería ser uno de los primeros pasos. Hacerlo puede suponer cierto gasto, ya que se puede encargar a algún diseñador que te hará unas cuantas pruebas, a partir de detalles sobre la empresa, para que elijas el que más te gusta. No obstante, si quieres implicarte mucho más en el diseño y ahorrar dinero, puedes diseñarlo tú mismo.
2¿Cómo debe ser el logo de tu empresa?
El logo de tu empresa debe ser muy representativo, será el símbolo que representa a la marca o a la empresa, por lo que es algo más importante de lo que muchos piensan. Esto no quiere decir que sea complejo, de hecho, los logotipos están tendiendo a ser cada vez más minimalistas.
Pero sí que debe ser memorable, para que el cliente pueda identificarlo una vez lo ve. También debe ser relevante, para que exprese el carácter o cualidades de la empresa. Y tiene que ser único, no puede haber dos iguales, no solo por temas de derechos, sino porque es importante que no te confundan con otros.
Tu logotipo debería reunir las siguientes características para que pueda ser un éxito:
- Originalidad: es importante que seas muy creativo, novedoso y busques inspiración para poderte diferenciar de la competencia, aunque la propia competencia te puede servir de inspiración.
- Práctico: tu logotipo es probable que lo tengan que reproducir para publicaciones, publicidad, etc. Por tanto, mejor que mantenga una buena legibilidad sin perder detalles.
- Coherente: las letras y la propia imagen deberían mantener coherencia entre sí.
- Adaptado a la audiencia: los logos evolucionan porque se deben de adaptar a tu audiencia y ésta puede variar con el tiempo. Es importante que elijas la estética adecuada y las fuentes para dirigirte a tu nicho (infantil, adolescente, adulto,…).
- Profesional: el logo no tiene que ser complejo, pero eso no quita de que parezca profesional. Un diseño malo puede ser contraproducente y dar una mala sensación. Es como cuando ves un cartel con faltas de ortografía, una web mal diseñada, etc., son cosas que alejan a los clientes.
- Perdurable: debe mantenerse vigente cuanto más tiempo mejor, no pasar de moda. Por eso, es importante un logo moderno sin ser demasiado «fashion». Cuando evolucione a lo largo del tiempo, solo debería necesitar rediseño en algunos puntos, y no un diseño totalmente nuevo.
