La presión sobre los autónomos que ejerce la Agencia Tributaria ha sido siempre un punto de fricción entre los profesionales y los Poderes Públicos. Muchos creen que se mira con lupa y con un exceso de atención lo que hacen quienes están dados de alta en el RETA y quienes están al frente de una pyme, pero no se ejerce el mismo control sobre grandes empresas o personas con un gran patrimonio.
Ahora que estamos en una situación excepcional, parece que también las reglas del juego van a cambiar, aunque sea de forma temporal. Así se desprende del nuevo Plan de Control de la Agencia Tributaria para 2021, que ya ha sido publicado en el BOE. Por una vez, la presión sobre los autónomos se va a reducir un poco, aunque no en todos los casos por igual.
4El cambio de rumbo no es nada nuevo
Visto desde fuera, parece que nada cambia en el funcionamiento de Hacienda y que las cosas siempre son iguales. Sin embargo, no es así. Este cambio de rumbo en las inspecciones que se ha anunciado para este 2021 no es una novedad. Ocurrió algo muy similar durante la crisis económica de 2008.
En esa ocasión la presión sobre los autónomos se trasladó de aquellos que operaban en el sector inmobiliario, que en esos momentos lo estaban pasando muy mal, hacia otros sectores que sí estaban creciendo. Esta medida ayuda a que los sectores afectados, que son algunos de los más importantes de la economía española, se puedan recuperar más rápidamente.