La presión sobre los autónomos que ejerce la Agencia Tributaria ha sido siempre un punto de fricción entre los profesionales y los Poderes Públicos. Muchos creen que se mira con lupa y con un exceso de atención lo que hacen quienes están dados de alta en el RETA y quienes están al frente de una pyme, pero no se ejerce el mismo control sobre grandes empresas o personas con un gran patrimonio.
Ahora que estamos en una situación excepcional, parece que también las reglas del juego van a cambiar, aunque sea de forma temporal. Así se desprende del nuevo Plan de Control de la Agencia Tributaria para 2021, que ya ha sido publicado en el BOE. Por una vez, la presión sobre los autónomos se va a reducir un poco, aunque no en todos los casos por igual.
2Menos inspecciones a los sectores más perjudicados
Todas las actividades relacionadas con el turismo, así como la hostelería y el comercio, están atravesando un momento especialmente difícil. Muchos negocios llevan semanas cerrados, y quienes pueden trabajar con “normalidad” han visto descender sus ingresos de forma notable. Por eso, se ha estimado que ahora no es buen momento para ejercer presión sobre los autónomos que trabajan en estos sectores.
Porque el más mínimo error en la presentación de un impuesto o en alguno de los datos consignados en una liquidación tributaria puede dar lugar a una sanción.Y lo que menos necesitan ahora mismo los autónomos que tienen su negocio en uno de los sectores más afectados por la crisis del coronavirus es tener que hacer frente al pago de una multa. Para muchos de ellos supondría el último clavo en su ataúd.