La salsa bechamel es uno de las recetas básicas que cualquier aficionado a la cocina debería de dominar medianamente bien. Y por dos motivos. El primero porque se considera que una persona que sepa dominar la técnica para preparar esta salsa, ya tiene los conocimientos y la experiencia suficiente como para decir que oficialmente sabe cocinar. Y el segundo, porque está deliciosa.
Puedes aprovecharla para añadirla a un montón de platos como croquetas o lasañas. Precisamente en este artículo queremos hablarte de esta salsa. Porque te vamos a explicar cómo prepararla paso a paso, por si no sabes hacerla. Pero también te vamos a explicar algunos trucos y consejos, por si quieres perfeccionar tu técnica. Así podrás, de una vez por todas, preparar una salsa bechamel de ’10’. Te lo contamos todo a continuación. Sigue leyendo si quieres enterarte de todo.
1La historia de la salsa bechamel
Lo primero que deberías comprender es que la bechamel es una salsa madre. Es decir, se puede usar tal cual o se puede utilizar para elaborar otro tipo de salsa o para condimentar otros platos. La mayoría de la gente suele pensar que se trata de una receta de origen francés. Quizás por el nombre o quizás porque sea una salsa básica de la cocina gala. Pero lo cierto es que, tal y como apuntan la mayoría de historiadores gastronómicos, se trata de una receta italiana del s. XVI. Aunque es cierto que esta primera receta distaba bastante de la original.
Para encontrar una que se parezca bastante a la receta que se utiliza en la actualidad hay que remontarse al s. XVII. Y en esta ocasión, sí que surgió en Francia. Ahora sí, te mostramos los ingredientes, la receta y los trucos para prepararla.