Uber ha regresado a Barcelona dos años después de irse. La multinacional opera desde este mismo martes con servicios de taxi y ‘carsharing’, alquiler de vehículos con conductor. Los taxistas han recibido la noticia como un jarro de agua fría, más cuando consideran que su irrupción es «ilegal».
La vuelta de la empresa se produce en un momento en el que los taxistas esperan una media de tres horas por servicio, con largas colas de vehículos en las paradas debido a la ausencia de turistas, los ERTE y el teletrabajo.
Uber ha captado a taxistas para operar en Barcelona y los 41 municipios del Área Metropolitana. De momento, la primera respuesta de los taxistas es moverse en círculos alrededor de la estación de Sants, a muy baja velocidad. Además, se consensuarán otras movilizaciones, sin que pueda afectar a un descafeinado Mobile World Congress (MWC) dadas las bajas empresariales.
«Van a hacer falta movilizaciones», ha asegurado Alberto Álvarez, líder del sindicato Élite Taxi. El sindicalista, metido ahora ‘lobbista’ y quien ha llevado la batuta de mando durante las huelgas de 2019, ha considerado que «ahora más que nunca» el taxi debe mostrar una dura reacción. «Se vuelven a saltar la ley», ha afirmado Álvarez.
DOS AÑOS DESPUÉS
Uber, por su parte, ha conseguido entrar de nuevo tras el decreto de la Generalitat, que obligaba a los 15 minutos de precontratación. Entre sus conductores cuenta con 350 taxistas, un número que los sindicatos de este sector quitan hierro e incluso no se creen.
El transporte no es a precio cerrado, sino con taxímetro; pero, espera que el Instituto del Taxi (Imet) autorice la tarifa fija para los trayectos. Hasta ahora, los taxistas afirman que Uber no cumple con los requisitos, como la aplicación de la geolocalización.
Por otro lado, Uber también ha puesto en marcha el ‘social car‘ y toda la información del transporte público de Barcelona y alrededores en su aplicación.