Desde el paso reconvertido de lo que fue ‘Aquí hay tomate’ (2003-2008), Sálvame recogió el testigo de una manera todavía más popular de lo que ya era. Es por eso que se concierne como un tipo de programa no al uso. Su formato televisivo ha hecho de la prensa rosa un concepto que iba más allá de lo convencional.
Esto es, en gran parte, porque sus protagonistas se prestan a hacer una televisión que no a todas les ha funcionado. Sin embargo, es la actitud de esos colaboradores lo que tiende a generar ciertas polémicas, hasta el punto de que ha sido la misma redacción del programa la que se ha cansado de la posición ‘elitista’ de algunos. Lo conocemos desde MERCA2.