Los autónomos con deudas son, desafortunadamente, algo común en el panorama económico español. Y el número de profesionales que no pueden atender a todos sus pagos pendientes se ha disparado durante la pandemia. Si tener deudas ya es de por sí complicado, el problema se agrava todavía más cuando el acreedor es una Administración Pública.
De sobra saben los autónomos que hay dos entidades con las que no deberían tener nunca deudas pendientes. Una es Hacienda y otra la Seguridad Social, porque cualquier pequeña cantidad debida a estas Administraciones puede dar lugar a que pierdan su derecho a ayudas y prestaciones. Por ejemplo, un autónomo que ya ha llegado a la edad de jubilación y cumple todos los requisitos para retirarse, no podrá cobrar su pensión hasta que no se ponga al día con la Seguridad Social si tiene deudas pendientes.
Incluso en una situación tan grave como la actual, los autónomos con deudas se han visto discriminados. Porque no podemos olvidar que uno de los requisitos esenciales para poder acceder al cese de actividad extraordinario en cualquiera de sus modalidades es estar al corriente de pago con la Seguridad Social y Hacienda.
Esto ha supuesto un grave problema para aquellos que ya atravesaban dificultades incluso antes de que la Covid-19 llegara a nuestras vidas. Pero no todo está perdido, después de meses de reivindicaciones por parte de los autónomos, parece que por fin Hacienda ha cedido un poco.
Una medida excepcional para los autónomos con deudas
Ahora mismo no estamos en una situación normal, y eso requiere la adopción de medidas extraordinarias. Tanto, que hasta el propio Banco de España ha mostrado su conformidad con que a los autónomos en problemas se les perdonen ciertas deudas. Una afirmación que hace unos años nos hubiera parecido totalmente imposible.
Hasta el momento Hacienda había mostrado su cara más implacable y no admitía el acceso a ayudas públicas a aquellos autónomos que tuvieran deudas con la Administración. Sin embargo, acaba de cambiar su criterio.
La Agencia Tributaria ha entendido que, hoy por hoy, exigirle a los autónomos que estén libres de deudas para poder acceder a las ayudas públicas es un requisito muy complicado de cumplir, porque la liquidez empieza a ser un problema para muchos profesionales. De hecho, muchos autónomos están manteniendo ahora mismo su negocio con sus ahorros personales.
Por eso, de forma excepcional, Hacienda está empezando a levantar la mano y permitiendo el acceso a las ayudas relacionadas con la pandemia a los autónomos con deudas.
Galicia ha sido una de las primeras Comunidades Autónomas en aplicar el cambio de criterio enunciado por la Agencia Tributaria, y seguro que después de ella se unirán el resto. En esta región, aquellos autónomos con deudas con una Administración Pública pueden acceder a las ayudas públicas si cumplen el resto de requisitos exigidos para ello.
En este caso concreto, el solicitante recibe un 80% del importe de la ayuda, sin que esta pueda superar en ningún caso los 14.400 euros. A partir de ese momento tiene un plazo de 15 días para cancelar la deuda. Si lo hace a tiempo, recibe el 20% restante de la ayuda.
Todavía existe una cierta discriminación hacia los autónomos con deudas, porque de primeras no pueden acceder a la misma cuantía que el resto. Sin embargo, es una forma de no dejar a su suerte a aquellos profesionales que tiene problemas con sus negocios.
Las deudas con la Administración Pública, en tela de juicio
Desde siempre, las deudas que tienen los contribuyentes con las Administraciones Públicas han tenido un carácter especial. Son preferentes sobre el resto de deudas que pueda tener una persona, y no se reducen ni se condonan en los procesos de Segunda Oportunidad o en los procedimientos concursales a los que pueden acudir los autónomos que tienen problemas de liquidez.
Pero esto está cambiando. Numerosas sentencias han dado ya la razón a los contribuyentes, al entender que este tipo de deudas no deben tener un carácter preferente sobre las demás. Por tanto, respecto a ellas también se podrían aplicar quitas e incluso acordar judicialmente su condonación.
De hecho, ya se están tramitando las reformas de la Ley Concursal y la Ley de Segunda Oportunidad para reconocer el carácter no privilegiado de estos créditos y aceptar que estas deudas puedan ser canceladas en los procedimientos de insolvencia.
Pero no todo es tan fácil. Tanto el proceso de Segunda Oportunidad como el Concurso de Acreedores tienen un coste muy elevado. De forma que, muchas veces, los autónomos con problemas económicos no pueden permitirse acceder a ellos para liberarse de sus deudas.
A pesar de los cambios en la jurisprudencia y de los cambios normativos que están por llegar, para los autónomos sigue siendo especialmente complicado librarse de las deudas con la Administración Pública si han llegado a un punto en el que, verdaderamente, no pueden pagarlas.
Alternativas para evitar la figura de los autónomos con deudas
La mejor forma de no tener ningún tipo de problema a la hora de acceder a las ayudas es no tener deudas con ninguna Administración Pública, especialmente con Hacienda o con la Seguridad Social. Pero ya sabemos que muchas veces los autónomos no tienen liquidez suficiente para poder hacer frente a todos los pagos pendientes.
Para que las deudas no se conviertan en un problema y empiecen a sumar intereses de demora que hagan aumentar la cantidad debida, la mejor solución es pedir un aplazamiento en el pago, e incluso un fraccionamiento de la cantidad a abonar.
Esto no es posible en todo tipo de deudas, pero sí en muchas de ellas. Por eso, antes de que llegue la fecha de vencimiento de pago, lo mejor es informarse sobre si se puede dividir el importe para pagarlo en varias veces o si se puede retrasar directamente el pago. Hoy en día la mayoría de estos trámites pueden hacerse directamente a través de la Sede Electrónica tanto de Hacienda como de la Seguridad Social, y mucho más fácil si además se tiene certificado digital. Otra alternativa es consultarlo con el asesor fiscal.