Como profesional, es posible que por muy bien que organices tu jornada de trabajo al final del día te siga faltando tiempo para atender a todas las tareas pendientes. Y es posible que tu nivel de ingresos no te permita contratar a un empleado. Pero, ¿has valorado la posibilidad de contratar a un becario?
Muchos autónomos no lo saben, y piensan que solo las empresas pueden tener a estudiantes que están a punto de terminar sus estudios a modo de becarios. Pero, como profesional que trabaja por cuenta propia, la legislación te reconoce el derecho a actuar como empleador, y eso también implica poder tener becarios.
4La “ayuda al estudio” como forma de compensación
Decíamos antes que al contratar a un becario no tienes que pagarle un salario. Pero, en función del convenio de colaboración que hayas firmado con su centro de estudios, tendrás que abonarle o no una compensación económica que recibe en este caso el nombre de ayuda al estudio. En función de tus ingresos, puedes acordar que esa ayuda sea más o menos alta.
Con ella lo que se pretende es que al becario no le cueste dinero realizar sus prácticas, que pueda sufragar, al menos, los gastos de desplazamiento e incluso de ropa para el “trabajo”. Además, esta compensación tiene también un cierto carácter motivador, al permitirle al becario recibir unos ingresos por su tiempo y dedicación.