Como profesional, es posible que por muy bien que organices tu jornada de trabajo al final del día te siga faltando tiempo para atender a todas las tareas pendientes. Y es posible que tu nivel de ingresos no te permita contratar a un empleado. Pero, ¿has valorado la posibilidad de contratar a un becario?
Muchos autónomos no lo saben, y piensan que solo las empresas pueden tener a estudiantes que están a punto de terminar sus estudios a modo de becarios. Pero, como profesional que trabaja por cuenta propia, la legislación te reconoce el derecho a actuar como empleador, y eso también implica poder tener becarios.
1¿Qué es un becario?
Antes de nada conviene que tengas muy claro qué es un becario y qué puedes esperar de él. Cuanto mejor conozcas esta figura más fácil resultará que la relación que vais a establecer sea satisfactoria para ambas partes. En líneas generales, consideramos becario a aquella persona que realiza prácticas en una empresa a fin de complementar su formación académica.
El becario no es un trabajador como tal y por tanto no recibe una nómina, pero esto no quiere decir que no cobre. En muchos casos lo que se establece es una compensación económica. Aunque no son unos grandes ingresos, se pretende que con la cantidad abonada el becario pueda sufragar, al menos, lo que le cuesta acudir cada día.