El té verde es, junto con el café, una de las bebidas más consumidas en todo el mundo, y aunque en España no somos tan fans de esta infusión como en otras regiones del mundo, es habitual que forme parte de la oferta en cafeterías y restaurantes. También podemos encontrar un sinfín de variedades en supermercados y tiendas especializadas, e incluso, tras el boom de su uso en dietas de adelgazamiento, también se suele vender en otras presentaciones como en cápsulas concentradas o pastillas.
2PUEDE PROVOCAR ANEMIA
Es muy habitual que la gente que consume esta bebida habitualmente se tome una taza antes o después de las comidas, bien para aprovechar sus efectos digestivos, o por su función estimulante que permite evitar ese sueño que solemos sentir tras haber almorzado y tener la barriga llena. El problema es que el té verde es rico en taninos, unos metabolitos presentes en algunas plantas, como las uvas, que son capaces de irse a otras moléculas orgánicas, de manera que bloquean la interacción que estas podrían tener con otras nuevas moléculas. Esto significa que los taninos pueden unirse a las moléculas de hierro, haciendo que este se vuelva inabsorbible en el tracto digestivo. Así pues, tomar esta bebida en las comidas puede llegar a provocar un déficit de hierro, por lo que se aconseja que se consuma preferiblemente entre horas.