La discusión sobre los límites del humor esta sobre la mesa, especialmente desde que las redes sociales son casi el eje central de nuestras vidas. ¿Vivimos en una sociedad hipersusceptible y narcisista que se ofende demasiado fácil? ¿Se puede hacer humor con cualquier tema o colectivo? ¿Hablamos de vetar el chiste o de respetar la sensibilidad del prójimo? El humor negro siempre ha sido algo muy delicado y polémico, pero lo políticamente correcto traza una delgada línea entre lo que es libertad de expresión y lo que es censura. La comedia puede contar con muchos recursos pero tiende a dirigir sus dardos hacia los temas más tabú y esto puede generar muchas incomodidades.
6LA VIDA MODERNA
David Bronco forma parte del equipo del programa de radio ‘La vida moderna’ que se emite en Cadena Ser, junto a los cómicos Ignatius Farray y Quequé. Los tres forman un combo de humoristas que tienden a sobrepasar los límites del humor hasta llegar a lo que, para muchos, es insulto. En cierta ocasión, en 2018, tomaron como objeto de burla al colectivo de personas con trastornos del espectro autista. Esta es una transcripción aproximada del momento:
Quequé: Si en este programa hemos convenido que el pádel es el tenis de los discapacitados, ¿en qué lugar deja esto al bádminton? Broncano: El bádminton es más difícil que el pádel, en mi opinión. Ignatius: El bádminton es más difícil, pero es más gilipollas. El bádminton serían los asperger, los ‘messis’ de la vida, que te hacen una cosa bien, por ejemplo mete goles y come coños de puta madre, pero en lo demás es socialmente inútil. Quequé: Yo te lo compro, pero yo veo más que el autismo sería el squash, por que el squash es muy de pám, púm, pám! (acompañado de gestos de dar raquetazos con violencia) Broncano: En el squash te metes en una jaula acristalada y te reviento aquí a hostias a la pared.
El público lanzó una campaña en change.org como protesta contra los cómicos que finalmente tuvieron que disculparse públicamente.