La crisis sanitaria y económica derivada de la pandemia de Covid-19 está pasando factura a la salud mental de los autónomos. Hasta tal punto que el número de profesionales dados de alta en el RETA que deciden buscar ayuda especializada a nivel psicológico ha crecido de forma importante en los últimos meses.
Fenómenos como la ansiedad, los episodios de estrés agudo, los problemas para conciliar el sueño o la sintomatología depresiva se han incrementado entre quienes trabajar por su propia cuenta. Si ser autónomo siempre es estresante, la situación se complica todavía más cuando hay circunstancias externas imposibles de controlar que pueden afectar de manera directa a la viabilidad del negocio.
6La dificultad de manejar las emociones
Todos estos trastornos derivan realmente de una incapacidad para gestionar y manejar las emociones. Como decíamos antes, los autónomos sienten ahora más que nunca el peso de la responsabilidad que tienen. Y a ello hay que sumarle la incertidumbre sobre cuándo se solucionará el problema y el miedo a contagiar a los seres queridos.
Surge así la sensación de que la persona es incapaz de soportar más la situación. Es entonces cuando se hace necesario contar con la ayuda de un especialista en psicología, que aporte el autónomo herramientas para que este sea capaz de gestionar mejor la situación y controlar los episodios de estrés y ansiedad.