La crisis sanitaria y económica derivada de la pandemia de Covid-19 está pasando factura a la salud mental de los autónomos. Hasta tal punto que el número de profesionales dados de alta en el RETA que deciden buscar ayuda especializada a nivel psicológico ha crecido de forma importante en los últimos meses.
Fenómenos como la ansiedad, los episodios de estrés agudo, los problemas para conciliar el sueño o la sintomatología depresiva se han incrementado entre quienes trabajar por su propia cuenta. Si ser autónomo siempre es estresante, la situación se complica todavía más cuando hay circunstancias externas imposibles de controlar que pueden afectar de manera directa a la viabilidad del negocio.
5Los trastornos más habituales
La situación actual afecta a las personas de manera muy diferente. Por ejemplo, en el caso de los autónomos que ejercen su profesión en el ámbito sanitario empieza a ser común ver trastornos de carácter postraumático por lo que han tenido que vivir en el último año. En el resto de sectores son más comunes otros problemas como la ansiedad, el estrés crónico o la depresión.
En algunos casos ese malestar a nivel psicológico se acaba transformando en comportamientos compulsivos e incluso agresivos en las situaciones más graves. Situaciones que acaban afectando tanto al propio autónomo como a su entorno más cercano, que tampoco sabe qué hacer ante lo que está ocurriendo.