Celsa, el gigante siderúrgico catalán, ha duplicado su petición de ayuda a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) a tan sólo dos días de enfrentarse a sus acreedores en el juzgado.
En los tribunales se debate el levantamiento de las medidas cautelares sobre la parte convertible de su deuda, un montante valorado en 900 millones de euros. Hasta ahora, Celsa había pedido 350 millones, cantidad que ha elevado por encima de los 700 millones, al fondo de rescate articulado por el Gobierno gestionado por la SEPI.
Celsa, el mayor productor de productos largos en España y uno de los principales productores europeo, es considerada una empresa estratégica y el montante serviría para reducir el impacto de la pandemia, según publica Europa Press de fuentes conocedoras de las negociaciones. Sin embargo, la petición llega justo dos días y la deuda convertible está ahora en manos de los implacables hedge funds, quienes exigen el pago de intereses, congelado desde 2017, y del capital. El montante alcanza los 900 millones.
Hasta ahora, la empresa española ha pedido medidas cautelares para evitar pagarlo y no tener que amortizar parte. En el acuerdo, se estipula que el pago de los intereses debía comenzar a los tres años. A mediados de enero, la justicia retiró las cautelares y Celsa ha recurrido.
Por otro lado, Celsa ha tratado de alcanzar un pacto con estos fondos, pero sin cerrar acuerdo alguno para poder solucionar el problema a su situación financiera. Los propietarios de la compañía, los Rubiralta-Rubió, esperan ahora la decisión de la SEPI antes de adoptar otras medidas, que serían más drásticas.
EL RESCATE DE LA SEPI, MAYOR QUE EL DE AIR EUROPA
En caso de obtener este balón de oxígeno, el rescate de Celsa sería mayor que el de Air Europa, que recibió 475 millones, el más alto hasta la fecha. El fondo de rescate cuenta con 10.000 millones y fue aprobado como un apoyo temporal para reforzar los niveles de solvencia de empresas estratégicas no financieras.
Aún se desconocen las cantidades ni los conceptos de los distintos préstamos. Además, la familia Rubiralta-Rubió tiene la obligación de presentar su plan de viabilidad a la SEPI para poder acceder a las ayudas. Celsa estudiaba «detenidamente» las condiciones para acogerse a estas ayudas, pero la negociación es contrarreloj ante el acecho judicial.
10.000 EMPLEADOS
Celsa, dedicada al acero, tiene en nómina a 10.000 empleados directos; mientras que de forma indirecta da trabajo a más de 33.200 personas, repartidos todos en sus 120 centros de trabajo en todo el mundo.
De la facturación no hay cifras desde 2018. Ese año cerró con 4.253 millones de euros anuales en ingresos, tras producir siete millones de toneladas y reciclar otros ocho millones. El grupo opera con varias marcas, como Celsa Barcelona, Global Steel Wire, Celsa Nordic, Celsa Huta Ostrowiec, Celsa Steel UK y Celsa France.