El pasado 4 de marzo se celebraba en todo el planeta el Día Mundial contra la Obesidad cuyo objetivo es conciencia a la población sobre el terrible daño que conlleva para el organismo una dieta alta en grasa y azúcares. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la obesidad ha alcanzado proporciones epidérmicas a nivel mundial siendo considerada uno de los principales problemas de salud pública. Este organismo considera que en 2022 habrá más población infantil y adolescente con obesidad que con insuficiencia ponderal (indicador para evaluar el estado nutricional de la población).
Un estudio de la OMS también desvela que desde 1975 esta enfermedad se va triplicando y en 2016 más de 1900 millones de adultos la padecen y 340 millones de niños y adolescentes. En 2017, la obesidad es considera responsable de como mínimo de 2,8 millones de fallecimientos al año. La actual pandemia Covid-19 registra 2.400.000 fallecimientos a nivel mundial, inferior que la pandemia del siglo XXI, que es la obesidad.
En opinión del jefe de Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo del Hospital La Luz, doctor Carlos Durán, experto en cirugía de la obesidad, esta enfermedad es una de los principales factores para el desarrollo de enfermedades no transmisibles como las cardio vasculares, principal causa de fallecimiento por obesidad, la diabetes tipo II, las alteraciones del aparato locomotor o el aumento de incidencia de algunos canceres (endometrio, mama, tiroides, colon, hígado, próstata, etc.). «Todo ello contribuye a un empeoramiento de la calidad de vida y un descenso de la esperanza de vida -la mortalidad es 12 veces mayor que la población no obesa-, así como un aumento del gasto social y sanitario», afirma el doctor Durán.
Tal y como explica la doctora María Luisa de Mingo, jefa de Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital La Luz, el abordaje inicial de la obesidad es el tratamiento médico mediante el aprendizaje de hábitos saludables tanto de alimentación, cambios en el estilo de vida, como de actividad física, a lo que se puede añadir terapia farmacológica, en los casos indicados, y apoyo psicológico especializado.
Para esta experta, el plan de alimentación debe basarse en un plan mediterráneo hipocalórico equilibrado y se debe huir de todas las «dietas milagro» que son desequilibradas y prometen grandes resultados en escaso periodo de tiempo pero que suponen un riesgo para la salud por el desequilibrio que supone seguirlas. «Los riesgos de una dieta inadecuada puede conllevar un déficit de nutrientes y empeorar el factor cardiovascular, así como favorecer la aparición de trastornos de alimentación y el efecto rebote», asevera la doctora de Mingo.
De acuerdo al doctor Carlos Durán, cuando la obesidad está establecida y ha fracasado el tratamiento médico dietético y farmacológico, la cirugía es la solución más eficaz para el control de la obesidad.
«La cirugía, en especial el By-Pass gástrico, es una de las mejores opciones para el control de la obesidad y de la diabetes tipo II ya que ésta se relaciona directamente con el aumento de su incidencia», afirma Carlos Durán.
Como indica este experto en cirugía bariátrica, en el Hospital La Luz disponemos desde 2017 de una Unidad para el tratamiento de la obesidad y enfermedades metabólicas, y este tipo de cirugía estaría indicada en todos aquellos pacientes con un IMC (Índice de Masa Corporal) superior a 35. «En los últimos cuatro años, hemos intervenido por vía laparoscópica más de 370 pacientes con óptimos resultados», asevera el doctor Carlos Durán.about:blank