El aguacate es la fruta de moda y de un tiempo a esta parte está en todas la dietas. Es una fruta con grasa, pero grasa buena y calorías. Por eso se recomienda tanto en los desayunos y brunchs, sobre una tostada, en guacamole, en ensalada, troceado de varias maneras. En las cafeterías más modernas no puede faltar esta opción y muchos restaurantes ya ofrecen algún plato donde está presente el aguacate. Pero ¿es tan bueno y perfecto? Pues como en todo, hay cosas que no te han contado y que quizá sean motivos suficientes para no tomarlo. Ahora te lo contamos.
En Instagram también tiene un gran protagonismo y podemos encontrar más de cinco millones de publicaciones bajo el hashtag #avocado. Es casi un símbolo de nuestro tiempo, como si fuera un producto de la modernidad y de la nueva nutrición. Pero ahora veremos como no todos son ventajas. Todo hay que tenerlo en cuenta.
4No es sostenible
La moda y la locura del aguacate tiene serias consecuencias sobre el medio ambiente. Para empezar, necesita una enorme cantidad de agua, aproximadamente 2.000 litros de agua para un kilo de aguacate. Diez veces más de lo que se utiliza para producir un kilo de tomates y cuatro veces más de lo necesario para un kilo de naranjas. Además, la gran demanda está provocando que se necesiten cada vez más terrenos para su cultivo, lo que supone un problema medioambiental de deforestación en los países productores.
En México, los agricultores han llegado a quemar zonas de bosque para destinar el suelo al cultivo de aguacate, y el uso de grandes cantidades de agua, está disminuyendo la disponible para los habitantes de estas zonas y para los animales. Según informaciones de The Guardian en Petorca, una provincia de Chile, se están instalando pozos ilegales para desviar el agua de los ríos y regar sus cultivos. Los lugareños afirman que esto está causando una preocupante sequía y escasez de agua potable. Las gentes de la región se ven obligados a consumir agua contaminada, en la que se han detectado elevados niveles de coliformes, unas bacterias que se encuentran en las heces.