La actividad y el ejercicio son un pilar fundamental para mantenernos saludables. Por otro lado, el ser sedentario y no realizar ninguna actividad es realmente perjudicial para nuestro cuerpo. Esto es una realidad ya demostrada científicamente y no es tan solo algo que se diga. Tanto la medicina como los científicos advierten de todas las formas posibles que debemos evitar el sedentarismo para llevar una vida saludable. A continuación os explicamos los riesgos que supone para nuestra salud.
Y es que estos avisos los recibimos por todos lados y cada vez llegan con más importancia y con más fuerza. Hoy en día tenemos toda la información que necesitamos, todos los beneficios para nuestra salud y los elementos más perjudiciales, pero eso también hay que ponerlo en práctica en nuestro cuerpo. A pesar de tener acceso a instalaciones deportivas o de entrenadores que pueden recomendar los mejores ejercicios, todavía muchas personas no terminan de llevar una vida saludable, y esto tiene un por qué.
4Causas que promueven no mover el cuerpo
Hoy en día cualquier persona puede acceder a ver estos datos tan alarmantes acerca de lo que provoca el sedentarismo, y ser consciente de ello también puede ayudar a empezar a ponernos en marcha para cambiar nuestra forma de vida. Cualquier hora y cualquier día es buen momento para empezar a activar nuestro cuerpo y cambiar aquello que creemos que no nos afecta. Y es que una vez empecemos a experimentar esos cambios de vida saludable, cada uno se siente mejor consigo mismo.
Lo cierto es que hay una lista de cosas que son las que promueven que no movamos nuestro cuerpo todo lo que deberíamos. Tenemos fumar, consumir alimentos calóricos y abusar de las proteínas de fuente animal. Una alimentación desequilibrada es también un problema importante, y si trabajas sentado en una oficina, vas a tener que buscar la forma de moverme más al salir.
Una buena idea es realizar actividades al aire libre, usar en menos medida el transporte y hacer largas caminatas. Y es que no hay excusa válida para no moverse un mínimo de 30 minutos al día, aunque sea caminando.
