Si empezar un negocio ya es de por sí complicado, la cosa puede ponerse todavía más difícil cuando se trata de emprender en pareja. Porque los problemas del negocio pueden acabar convirtiéndose en problemas para la relación, y viceversa. A pesar de lo complejo que puede ser tener como socio a tu pareja, también es bonito crear un proyecto con la persona a la que quieres.
Emprender en compañía de tu pareja no tiene que ser necesariamente una experiencia negativa ni complicada, todo depende de cómo os planteáis las cosas y de que seáis capaces de separar a la perfección la vida personal de la vida profesional. Si quieres saber cómo hacerlo, presta atención a los siguientes consejos.
3Emprender en pareja no es posible si no se delimitan las funciones
Muchos de los conflictos entre socios emprendedores se deben a que ninguno de los interesados tiene muy claro hasta dónde llegan sus competencias. Qué es lo que tiene que hacer y qué tareas corresponden al otro. Si a esto le añadimos la confianza que hay en una pareja, un inadecuado reparto de tareas, o incluso la falta de reparto de funciones, pueden convertir el día a día en un auténtico caos.
Una de las primeras cosas que hay que hacer al poner en negocio en marcha es definir las funciones y tareas de cada uno. Esto ayuda a organizar mejor el tiempo de trabajo, agiliza la gestión del negocio y reduce la aparición de conflictos. Pero no se trata solo de teorizar sobre las funciones, es fundamental que cada uno de vosotros cumpla al 100% con esas tareas que se ha comprometido a sacar adelante.