sábado, 23 noviembre 2024

Sálvame: momentos humillantes que rozan la línea de la vejación

Que en Sálvame consiguen audiencia gracias al show montado por el equipo y los colaboradores no es ningún secreto. Es cierto que de vez en cuando informan sobre ciertos asuntos de los famosos de los que no podríamos enterarnos de no ser por las redes sociales. Y hay que admitirlo, ver su show es mucho más divertido que leerlo, además que siempre se queda algún detalle.

El problema es cuando sufren algún bajón en cuanto a audiencia, y tienen que buscar la forma de atraer de nuevo a su público, el cual no siempre está muy contento. Sobre todo cuando se pasan la tarde diciendo que tienen un notición, y es algo que ya sabíamos, o es una absoluta ridiculez, que a veces no llegan siquiera a decir. Es entonces cuando recurren a atacarse entre ellos y hacer un verdadero ridículo en pantalla. Vale que tienen un sueldo que a muchos nos gustaría, pero hay límites que no se deberían cruzar. A continuación, os contamos algunos de los momentos más humillantes de Sálvame.

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Antonio David Flores en su peor momento

antonio david flores trikini

Otra víctima de Sálvame, aunque podría haberlo evitado, Antonio David Flores también ha sido concursante de Quiero Dinero. No es ningún secreto que este tiene graves problemas de dinero por culpa de los juicios con su exmujer, y es por ello que no le queda más remedio que meterse en esta clase de situaciones. Como decíamos, el bote es de 25.000 euros, y el colaborador no ha dudado en humillarse ante todos para ganar el preciado pellizco que le vendría de maravilla.

Entre todas las pruebas a las que tuvo que enfrentarse, hubo una que fue incluso peor que los pantalones bajados de Chelo García-Cortés en su concurso. Y es que el ex guardia civil tuvo que ponerse una especie de ‘trikini masculino’ en color verde fluorescente. Y lo peor de ello es que tan solo le valió para ganar 400 euros, en esa prueba claro, pues es acumulativo.

Hubo otra prueba más que casi cruzó los límites. Antonio David Flores aceptó ser esposado a una muñeca hinchable. Y si esto ya es terrible, la prueba no terminaba ahí, debía pasar una noche con dicha muñeca en un hotel de Madrid. Es decir, no iban a ser pocos los que vieran esta perturbadora imagen. Si alguien no lo vio desde la televisión de casa, seguramente le pudo ver en la calle. Por no hablar de que todo el hotel conocería lo sucedido.

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Nerea Pereira Plata
Nerea Pereira Plata
Estudiante de Periodismo y chica geek. Como buena techie soy una amante de las nuevas tecnologías y me encanta probar siempre gadgets nuevos.

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