El café molido es una excelente manera de tener nuestra bebida más y mejor preparada al instante, sobre todo con un desprendimiento de aroma que es bien reconocido por todos los amantes del café. En esas, también, una vez que ese café molido se ha usado, tendemos a desecharlo. Pero lo cierto es que existen varias prácticas relacionadas una vez que ya se ha usado que puede sernos de utilidad en el día a día.
Hablamos de las diferentes aplicaciones que podemos tener con un café molido usado, el cual ya no es el mejor para tomar nuestra taza… pero que vendrá muy bien para aplicaciones y beneficios, entre otros, de la salud, por ejemplo. Así, después de de prepararte el café, los posos que quedan pueden usarse en el jardín, belleza, limpieza y mucho más. Los descubrimos desde MERCA2.
1Una vez que termines tu última taza, te recomendamos que no tires ese café molido
Los más cafeteros estarán de acuerdo: no hay nada como ese aroma. Puro grano tostado, ojalá molido en el momento, que luego se convierte en oscuro elixir de vida contenido en nuestra taza mañanera. En muchos casos, lo único para empezar bien el día.
Pero luego de haber disfrutado de ese especial momento, lo más normal es acudir a la basura para tirar los restos del café molido, sobre todo porque la realidad es que esto no puede usarse para hacer otro café ni siquiera medianamente decente.
Es por esto que, una vez que termines con tu último café, te recomendamos no tirarlo. Es más, trata de cuidarlo para darle otro de los grandes usos que permiten. Por ejemplo, para eliminar los malos olores, ¿no lo sabías? Pues sí. El café molido, una vez que ya está usado, permite una mejor concentración para adentrarse y no dejar rastro de ningún mal olor.