En los tiempos que corren, algunos colegios exhiben su digitalización como signo de vanguardia tecnológica. También el bilingüismo se vende como una de las grandes fortalezas del actual modelo pedagógico. Pero la excelencia educativa del Colegio Estudio de Madrid no pasa ni por una cosa, ni por otra. Tampoco emplea el libro de texto como base de la enseñanza. Todo ello invita, como mínimo, a la reflexión: ¿Podrá mantener mucho más tiempo este modelo en el contexto actual?
De momento lo está consiguiendo. El Colegio Estudio mantiene sus valores fundacionales intactos, eso sí, con adaptaciones a las que la irrupción del Covid-19 obliga. Hablamos de una institución privada, laica, sin ánimo de lucro, creada en 1940 por Jimena Menéndez-Pidal, Carmen García del Diestro y Ángeles Gasset, con el propósito de preservar y difundir la filosofía de la Institución Libre de Enseñanza y el compromiso de mantener vivo su modelo educativo, “conscientes del papel de la educación como motor de la transformación social de un país”, según recoge la web oficial del centro educativo.
“Convencida de la importancia de la coeducación y el respeto a la individualidad, desarrolla un modelo pedagógico que cree firmemente en la necesidad del diálogo para convencer, en lugar de imponer, y considera que el alumno debe ser el protagonista de un aprendizaje basado en el razonamiento, la creatividad y la propia experiencia”, resume el texto de presentación del Colegio Estudio.
Pero en un mundo impactado por una crisis sanitaria y económica global derivada de la pandemia y donde los procesos de digitalización se han acelerado en todos los ámbitos, para el centro educativo de Aravaca, la enseñanza online seguirá siendo sólo una herramienta más.
Uno de los padres consultados por MERCA2 comenta que “el Colegio Estudio no tiene en su ideario la utilización de las nuevas tecnologías como clave del plan de estudios”, si bien, “tras la pandemia tuvo que cambiar, y lo hizo muy deprisa, y planteó acciones de plataformas digitales y clases virtuales, pero no como algo definitivo y permanente”, reconoce.
“Han digitalizado todo el colegio”, comenta una madre, “han puesto cámaras en todas las instalaciones, para que los niños puedan recibir clases si están en casa”, pero el “modelo” sigue siendo el mismo: “entiende las nuevas tecnologías como herramienta de colaboración, pero no como la base del día a día”, porque “es un cole en el que se cogen apuntes desde muy pequeños, los libros son un apoyo, no utilizan libros de texto al modo clásico, porque la clave es que confeccionen su propio material”. En conclusión, la enseñanza en remoto se entiende sólo por motivo de la pandemia, en condiciones extraordinarias.
En la enseñanza que imparte el Colegio Estudio los libros de texto representan simplemente un material de consulta. Se fomentan los espacios de lectura en el propio centro educativo y la enseñanza práctica, como por ejemplo, una excursión al Madrid de los Austrias para explicar ese contexto histórico fuera del aula.
En este sentido, la institución educativa no renuncia a su modelo de inspiración experiencial, que eleva la figura del profesor y que busca despertar la curiosidad, la participación y el espíritu crítico en clase, a partir de la práctica.
La norma de no emplear libros de texto como base encaja perfectamente con lo anterior. El Colegio Estudio “tiene un sistema basado en los apuntes propios de cada uno”, explica una antigua alumna. El material elaborado por cada alumno “se supervisa, pero son tus apuntes, por eso es importante que estén bien hechos, porque es la responsabilidad de cada alumno”, comenta.
El centro educativo, “antes huía de este afán tecnológico que sí se veía en otros centros, aunque ahora se ha acelerado con una site para zona de infantil, y con un proyecto muy completo y bien ordenado con todos los recursos”, explica la también madre de alumnos, “con el fin de garantizar la enseñanza en cuarentena tanto presencial como semipresencial”.
La sensación que transmiten muchos padres es que la máxima aspiración del centro es “educar a los alumnos en el buen uso de herramientas digitales”, pero mantener su modelo propio “que existirá”, según comentan, “sí o sí”.
Y todo esto, en general, lo perciben las familias con satisfacción, y “no hay controversia” aseguran las fuentes consultadas: “en principio quien elige este centro, lo elige por su modelo pedagógico” y valora aspectos como “la promoción de las artes, el interés más allá de lo estrictamente curricular, el fomento de valores de respeto, tolerancia, saber escuchar y contribuir al análisis crítico de las cosas”, explican. Sin embargo, la cuestión de los idiomas no escapa a la polémica, al menos entre algunos padres.
BILINGÜISMO, EN EL CENTRO DE LA POLÉMICA
Según explican antiguos alumnos y padres a MERCA2, que el centro opte por el nivel alto de inglés y no por el bilingüismo tiene una doble lectura que es la que abre el debate entre los progenitores. Dentro de una visión más realista, unos entienden que la educación bilingüe (español – inglés/francés) es utópica y no se ajusta a la realidad, por lo que el Colegio Estudio se limita a asumir que se trata de una aspiración inalcanzable. Para los más críticos el “nivel alto” de inglés que propone el centro es insuficiente o “podría mejorar”.
En cualquier caso, si bien en los últimos años “ha mejorado su nivel de inglés” según reconocen antiguos alumnos en determinados foros, al Colegio Estudio le han acompañado años atrás críticas por su “bajo nivel” de inglés.
La manera de entender la enseñanza del idioma en el centro educativo ha estado siempre en el punto de mira para bien o para mal. Y aún en la actualidad es objeto de división entre los padres que apuestan por un proyecto más ambicioso y los que se conforman con el nivel que se imparte.
“El bilingüismo no es su objetivo, sí lo es enseñar idiomas y alcanzar un buen nivel”, algo que “ya es francamente complicado”, manifiesta una madre. El centro escolar “permite intercambios y ofrece otras muchas oportunidades para adquirir un buen inglés”, aunque admite, “los niños no son bilingües”.
“No todos los padres estamos obsesionados con el bilingüismo”, porque “el inglés es necesario y tener un nivel alto también”, pero hay otros valores como “el pensamiento crítico y reflexivo mucho más importantes en una sociedad completamente digital y aborregada”. Sin embargo, en el lado contrario, “existe la típica preocupación de muchos padres que quieren más inglés, sobre todo para los más mayores, y me consta que les gustaría más refuerzo en el idioma”, comenta la misma madre.
FRACTURA DIGITAL
La crisis por el coronavirus ha puesto patas arriba a la comunidad educativa en general. G Suite, Google Classroom, Chromebook, Hangouts o Edpuzzle y Screencast son ahora la rabiosa actualidad de escolares y profesores. Atrás quedaron la pesada mochila y la libreta con el boli. Y para la Educación Física (EF), Endomondo de Under Armour o Runtastic, aplicaciones específicas para llevar esta asignatura al mundo virtual.
De momento, los grandes cambios van llegando escalonadamente al Colegio Estudio que sigue apostando por un modelo propio. Y como en todo aquel elemento diferenciado, también este centro educativo suscita una amplia variedad de interpretaciones, algunas muy críticas.
Por ejemplo, la “pasión por el cole” con el que “se genera un vínculo muy fuerte” que exhiben la mayoría de los antiguos alumnos en ocasiones les ha costado críticas y comparaciones con una “secta”, según se puede leer en algunos foros. En cualquier caso, polémicas aparte, el Colegio Estudio siempre ha ocupado lugares preferentes en los ranking de los mejores colegios de España. Y ha contado entre sus filas con alumnos ilustres.
Tampoco es convencional, ni sigue la estela de otros centros educativos su metodología a la hora de poner “deberes” o tareas para hacer fuera del horario escolar. En definitiva, por muchos motivos, el Colegio Estudio puede presumir de impartir un modelo pedagógico diferente frente a otros. La duda surge sobre si se impondrá el modelo mayoritario o si podrá sobrevivir el suyo -sin obsesión por la digitalización, por el bilingüismo, por el libro de texto, ni por los deberes-. Se trata de un centro educativo de referencia en la era prepandemia, pero que la irrupción del Covid-19 ha alterado sustancialmente su contexto, al insertarlo en una sociedad que ha sido alcanzada en sus cimientos.