BASF ha mantenido su apuesta por el dividendo tras registrar unas pérdidas de 1.055 millones de euros en 2020. La química alemana, presente en España, ha anunciado una retribución de 3,3 euros por acción, la misma cantidad que en 2019, cuando ganó 8.421 millones.
«Un pago de dividendos fiable es una prioridad para nosotros, incluso en tiempos difíciles», ha asegurado Martin Brudermüller, presidente de la compañía. De esta forma, la propuesta se votará en la próxima junta de accionistas, que percibirán cerca de 3.000 millones de euros.
La rentabilidad por dividendo de la alemana supera el 5% si se toma el precio de la acción a cierre del ejercicio 2020. Sin embargo, actualmente tiene un rentabilidad del 4,5%, situándose en la décima posición del Eurostoxx 50 actualmente y en tercer lugar de las empresas alemanas cotizadas, superada por Axa y Allianz.
«En un ejercicio empresarial 2020 lleno de desafíos, BASF pudo cerrar el año con buenos balances», ha afirmado el presidente de la Junta Directiva de BASF, Martin Brudermüller.
De cara a las previsiones de este 2021, el gigante químico alemán espera una recuperación mundial tras la fuerte recesión provocada por la pandemia. No obstante, apunta a la «excepcionalmente elevada» incertidumbre de cara a los próximos trimestres. De hecho, BASF ha dado a conocer amplias horquillas en los márgenes para tener en cuenta los riesgos de repetirse alteraciones significativas en las cadenas de suministro, y por tanto los efectos negativos que conlleva. «Confiamos en que, sin esos efectos negativos, podremos conseguir beneficios en el extremo superior del intervalo pronosticado», ha asegurado Burdermüller.
AMPLIOS MÁRGENES EN LAS EXPECTATIVAS POR LOS RIESGOS
Además espera que la producción química mundial se expanda en un 4,4%, muy por encima del nivel del ejercicio anterior. La empresa estima que el petróleo oscilará sobre los 50 dólares para el barril de crudo Brent y un tipo de cambio de 1,18 dólares por euro. Con este escenario, estima unas ventas de entre 61.000 y 64.000 millones, y unos ingresos operativos de 4.100 a 5.000 millones. Además, estima una rentabilidad del capital empleado (ROCE) de entre el 8,0% y el 9,2%.
Para 2021, BASF prevé unas ventas de productos aceleradores de entre 18.000 y 19.000 millones de euros. Se espera que las emisiones de CO2 de la sociedad se estabilicen entre 20,5 millones de toneladas y 21,5 millones de toneladas en 2021.
Por otro lado y analizando las cuentas, el resultado de las operaciones (EBIT) antes de extraordinarios para todo el ejercicio 2020 superó las previsiones publicadas en octubre y batió los pronósticos de los analistas.
INCREMENTO DE VOLÚMENES
«Aumentamos los volúmenes en todas las regiones en el cuarto trimestre de 2020«, ha explicado Brudermüller. «En China, seguimos asistiendo a un crecimiento de los volúmenes de doble dígito. Los volúmenes de ventas aumentaron en casi todos los segmentos en el último trimestre del año». En algunas líneas de productos básicos, como los isocianatos, BASF también pudo ampliar considerablemente sus márgenes. Los menores costes fijos también contribuyeron al buen resultado del cuarto trimestre de 2020.
Las ventas no registraron apenas variación durante el pasado ejercicio respecto al 2019, hasta los 59.100 millones de euros. Los efectos negativos de las divisas y del volumen se vieron compensados por el aumento de los precios y los efectos positivos de la cartera.
El EBITDA antes de extraordinarios cayó un 11%, hasta los 7.400 millones de euros. El EBITDA se situó en 6.500 millones de euros, frente a los 8.200 millones de 2019. El EBIT antes de extraordinarios fue de 3.600 millones de euros en todo el ejercicio 2020, un 23% menos en comparación con el ejercicio anterior. Debido a las consecuencias de la pandemia, todos los segmentos registraron beneficios inferiores, con una excepción: el segmento de Soluciones Industriales logró un EBIT antes de extraordinarios al mismo nivel que en el ejercicio 2019. El descenso de los beneficios a nivel del Grupo BASF se debió, en particular, a las contribuciones notablemente inferiores de los negocios ascendentes en los segmentos de Productos Químicos y Materiales. La fuerte caída de la demanda de la industria de la automoción repercutió especialmente en el desarrollo de las ganancias en el segmento de Tecnologías de Superficie.
El EBIT disminuyó de 4.200 millones de euros en 2019 hasta sufrir una pérdida de 191 millones en 2020. En general, los extraordinarios en el EBIT experimentaron una pérdida de 3.800 millones de euros, frente a una pérdida de 442 millones en 2019. Este aumento de los cargos especiales se debió principalmente a los deterioros de valor no efectivos de inmuebles, instalaciones y equipos y de los activos intangibles en el tercer trimestre de 2020.