La naturalidad no es algo que destaque precisamente en el plató de Sálvame. A estas alturas, todo el mundo tiene claro que este no es un programa de cotilleo y periodismo, sino un show diario. Y es que no han sido pocas las veces en las que nos han vendido un bombazo que sería desvelado al final del programa, para encontrarnos con que todo era una farsa o una noticia ya conocida.
Pero esto no es lo peor que hemos podido encontrarnos en este plató. En ocasiones, los colaboradores han hecho tal ridículo, que la audiencia se ha llegado a plantear si merecía la pena pasar el resto de su tarde ante la pantalla con Telecinco. A continuación, os dejamos con algunas de estas vergonzosas situaciones.
3Los peores comentarios de Paz Padilla en Sálvame
Hace unos meses que falleció el padre de Irene Rosales, Manuel Rosales. Como es habitual, en Sálvame hicieron un especial dedicado al padre de la mujer de Kiko Rivera. Y es que este suceso llegó justamente en el peor momento de la batalla que tienen en marcha Isabel Pantoja contra su hijo Kiko.
Hasta ahora, esto es lo normal que te puedes encontrar en Sálvame, encontrar un tema de interés y explotarlo lo máximo posible, pero, ¿hasta dónde son capaces de llegar por conseguir más audiencia? Este especial a la muerte del padre de Irene Rosales no fue como otros ya hechos en el programa estrella de Telecinco, pues sucedió algo que enfureció y mucho a los espectadores.
No fue uno de los colaboradores del programa, sino su presentadora de ese día, Paz Padilla. Esta le dijo a Chelo García Cortés que no dijera durante el directo que Irene Rosales estaba devastada. Esto lo dijo porque pensaba que la colaboradora de Viva la vida estaba preparada y tenía asumido que la muerte de su padre estaba cerca, porque ya venía de una enfermedad muy larga.
Chelo conocía de primera mano lo sucedido, y estaba contando todo lo que le había llegado de sus fuentes de información. Pero lo malo llegó cuando Paz Padilla dijo esto, y la audiencia no se lo tomó nada bien. Y es que según expresaron en las redes sociales, cada uno llevaba la muerte como podía y quería. Cada persona lleva el dolor y lo gestiona como puede, y aseguraban que era del todo comprensible que Irene Rosales se encontrara tan destrozada.