El miedo es un sentimiento poderoso, íntimo y personal. Si además hay condicionantes externos de profundo calado, y una pandemia global se puede considerar así, es lícito que surjan las dudas. Y esto es lo que pasa con la celebración del Mobile World Congress (MWC) de Barcelona. Cada vez hay más empresas que tienen sentimientos encontrados sobre su celebración a finales de junio, tal y como está planteado en estos momentos.
Según ha podido conocer MERCA2, diversas empresas de las que habitualmente asisten al congreso de Barcelona, que este año está fijado del 28 de junio al 1 de julio, empiezan a tener demasiadas reticencias sobre la celebración, al menos en esa fecha tan temprana y bajo el formato híbrido que se quiere fomentar, pero cada vez con más expectativas de presencia física. De esta forma, crece la idea de que se debe aplazar como mínimo hasta el otoño.
La organización del MWC, a través del responsable de la patronal que organiza el evento (GSMA), ya ha manifestado que todo seguirá el calendario previsto. John Hoffman, en el papel de representante de quienes valoran tirar para adelante según lo acordado, se mantiene firme. Incluso, muestra un optimismo que, a la vista de la evolución real de la pandemia, parece poco realista.
Bajo este escenario, hay un grupo de empresas cada vez más numeroso que asume que celebrar el MWC en junio es arriesgado en la máxima expresión de la palabra. Arriesgado en lo sanitario, por el volumen de gente que se quiere mover; y arriesgado en la propia celebración del congreso y su resultado final. Algo, apuntan estas fuentes, que parece que no se tiene en cuenta a nivel reputacional entre todos los que participan de una u otra manera en el Mobile de Barcelona. Cuestión que incluye a la propia administración pública que también se encuentra -interesadamente- muy a favor de su celebración inmediata.
UN MWC MUY EXTRAÑO
Esta situación de intranquilidad que transmiten las empresas se ampara, sobre todo, en la parte de imagen que proyectarán si surge algún percance durante la celebración del evento. Lo único que se ha podido comprobar en el último año es que no hay medida válida para controlar la pandemia. Solo las medidas restrictivas. Y precisamente lo que busca la feria es tener el menor control posible, por muchas fantasías de control que tenga en la cabeza John Hoffman.
Esta situación se suma a la falta de confianza en el ritmo de vacunación. Tanto del país receptor, España, como algunos de los países que vienen a la feria. Por ahora hay cierto caos en muchas regiones. Además, el perfil de las personas que están recibiendo las primeras dosis está muy alejado del asistente habitual al MWC, algo sobre lo que no se ha pronunciado la organización.
UN MOBILE WORLD CONGRESS FALAZ
Bajo este escenario, la celebración de un Mobile World Congress normal no existirá en 2021. Y casi nadie lo quiere asumir. En primer lugar porque ya se ha comunicado que será semipresencial. Habrá, de celebrarse, algunos actos en Barcelona, pero el grueso del congreso de celebrará de manera online.
Asimismo, una de las claves y esencias de la feria son las reuniones y encuentros entre empresas, empresarios y gente de la industria. Es decir, salvo que para el 28 junio hubiera una inmunidad casi total, ¿puede permitirse un congreso fomentar la reunión entre personas de diversa procedencia?
No se trata de un pequeño evento. Incluso rebajando su afluencia de personas presenciales un 90%, estaríamos hablando de que vendrían a Barcelona más de 10.000 personas. Un número insostenible cuando los planes de vacunación todavía no serán generalizados en esa fecha.
UN MWC DESCAFEINADO
Junto a toda esta incertidumbre se debe añadir que muchas empresas, en caso de ir, lo harán de forma muy descafeinada. Un reciente ejemplo lo representa Samsung. La firma coreana, uno de los emblemas del MWC durante años, ya ha presentado su buque insignia de este año. Por lo tanto, si el principal vendedor de móviles del mundo no tiene móvil que presentar, ¿qué feria de movilidad queda?
Y no son los únicos. Según ha podido recabar MERCA2 en fuentes cercanas a diversos fabricantes, muchos plantean sus planes estratégicos al margen de la celebración del Mobile, sea más o menos presencial, tenga impacto, o sea totalmente virtual. Es decir, puede darse la circunstancia de que no haya ninguna presentación relevante. Por lo tanto, el MWC quedaría para el desarrollo de reuniones sin tener todavía vacunas. Algo no encaja.