A pesar de que debemos acudir al médico de vez en cuando para comprobar que no tenemos ningún problema de salud, hay quienes a menos que no se sientan mal, no acuden bajo ningún concepto. Incluso recurren a la automedicación para algo que podría no ser lo que piensan. Es por ello que hay que prestar atención a las señales que nos manda nuestro cuerpo para saber cuándo podría no estar yendo bien, como la hipotensión.
Hay problemas de salud que no se arreglan con descanso y un ibuprofeno, sino que hay que tratarlas como es debido, ya que un error podría resultar fatal. A continuación, te informamos sobre las señales que te manda tu cuerpo para avisarte de que no estás bien, y que deberías acudir al médico.
5Enfermedades que pueden producir hipotensión
Entre las afecciones médicas que pueden producir la hipotensión tenemos las siguientes:
- Reacción alérgica grave (anafilaxia). Esta reacción se puede producir por ciertos medicamentos, alimentos, látex y veneno de insecto. La anafilaxia puede producir problemas respiratorios, una peligrosa caída de la presión arterial (hipotensión), urticaria e hinchazón de garganta.
- Problemas endocrinos. Otro desencadenante de la presión arterial baja pueden ser las enfermedades como la tiroides, un nivel bajo de glucosa en sangre, ciertos casos de diabetes y la enfermedad de la paratiroides.
- La deshidratación. Si el cuerpo pierde más agua de la que consume, esto puede producir mareos, debilidad y fatiga. Los vómitos, la fiebre, el uso en exceso de diuréticos, diarrea grave y ejercicio extenuante pueden causar deshidratación.
- Infección grave (septicemia). Si una infección pasa al torrente sanguíneo, esto puede producir una caída de la presión arterial importante, lo que pone en riesgo la vida de la persona, y recibe el nombre de choque séptico.
- Pérdida de sangre. Si se pierde demasiada sangre, ya sea por una hemorragia interna o una lesión grave, al reducirse la cantidad de sangre en el cuerpo, se puede producir la hipotensión.
- Problemas cardíacos. Hay ciertas enfermedades cardíacas que pueden llegar a causar una presión baja, como la bradicardia, también la insuficiencia cardíaca, un ataque cardíaco y problemas en la válvula cardíaca.