Dejar de fumar siempre es una muy buena idea. Porque piensa que te estarás haciendo el mejor regalo posible que te puedes hacer a ti mismo: regalarte salud. Piensa que tu calidad de vida, cuando abandonas este hábito tan nocivo, aumenta considerablemente. Podrás subir escaleras sin problema recuperarás el sentido del gusto y del olfato, ya no irás apestando a tabaco allá a donde quiera que vayas y tu economía lo agradecerá. Porque, ¿has echado cuentas de todo lo que te gastas en tabaco a final de mes?
Pero no solo eso. Cuando dejar de fumar, tu cuerpo, a lo largo de distintas fases, experimenta varios efectos secundarios que al final, lo único que van a hacer es repercutir en tu salud a nivel global. Precisamente queremos contártelos todos en este artículo. Sigue leyendo si quieres saber cuáles son.
43 meses después de tu último cigarro
Una vez que llevas 3 meses sin fumar ni un solo cigarro, tus pulmones empezarán a funcionar correctamente. Lo notarás cada vez que hagas deporte o alguna actividad física de cierta exigencia. Pero además, lo notarás en los efectos secundarios que tu cuerpo empezará a experimentar. Por ejemplo, tendrás la piel mucho más elástica e hidratada que cuando fumabas.
Pero además, también desaparecerá para siempre la sensación de ahogo, la congestión nasal y desaparecerá para siempre esa molesta tos. También es posible que tu cuerpo aumente de peso. Esto se debe a la falta de nicotina en tu cuerpo, ya que esta, tiene una gran capacidad para quemar grasas. Sin embargo, esto no tiene por qué pasar. Y si ocurriese, puedes alimentarte mejor o hacer más deporte.