sábado, 23 noviembre 2024

Caixa y BBVA copan las finanzas públicas catalanas pese a los intentos del Santander

Caixabank y BBVA son las entidades preferidas por las autoridades políticas catalanas para poner en orden sus cuentas públicas. Ambas entidades se han repartido sucesivamente todos los contratos para gestionar la tesorería de la Generalitat, lo que se conoce como cash-pooling, sin oposición alguna. Ahora, las mismas firmas financieras se han adjudicado un nuevo contrato para prestar (también) el servicio de caja del Organismo de Gestión Tributaria de la Diputación de Barcelona.

Aunque en esta ocasión no lo han hecho sin oposición, ya que Banco Santander y Banco Sabadell también se presentaron a la licitación. Pero la pelea, como en un combate de boxeo, se decidió con holgura para los favoritos en los puntos. Así, la firma que preside Carlos Torres se adjudicó el primero de los dos lotes que salieron a licitación meses atrás. En concreto, el BBVA se encargará de gestionar «los obras mediante tarjetas de crédito y débito con Terminales Puntos de Venta (TPV) virtual y físicos». Un servicio por el que la entidad vasca cobrará cerca de un millón de euros.

En la puja por este primer lote, BBVA se impuso con holgura gracias a una puntuación total de 74,79 puntos frente a los 31,2 puntos obtenidos por Banco Santander. El tercero en cuestión fue Caixabank que apenas alcanzó los 20 puntos. La enorme diferencia se debe al exiguo precio que ofertó la entidad bilbaína, hasta un 33% por debajo de la entidad catalana, por sus servicios. La puntuación la consolidó gracias a la enorme red de oficinas y cajeros que posee la entidad en la región, una expansión geográfica que se multiplicó tras la adquisición hace años de Catalunya Banc.

CAIXA SE VUELVE A LLEVAR EL GRUESO DEL CONTRATO

Pese a que BBVA salió vencedor del primer lote, el gran ganador del contrato público fue una vez más Caixabank. La entidad catalana se adjudicó el segundo lote que consiste en el cobro de los impuestos a través de domiciliación bancaria y por el que se embolsará algo más de 3,2 millones de euros. Una victoria (reñida) en la que BBVA quedó segundo a pocos puntos, mientras que Banco Sabadell fue tercero y Banco Santander el cuarto. La clave para este lote estuvo en el número de puntos de contacto que mantiene la compañía que pronto dirigirá José Ignacio Goirigolzarri.

Así, Caixabank cuenta en Cataluña con más de 2.000 puntos de acceso a red, entre oficinas y cajeros, a mucha distancia de BBVA (1.503), Banco Sabadell (512) y Banco Santander (327). La diferencia le sirvió a la firma para alzarse como ganador en la puja, dado que el precio ofertado por el servicio, en torno a los 0,193 euros (0,16 íntegros para el banco y 0,03 en concepto de IVA), prestado fue el mismo en el caso de las cuatro entidades. Pese a la adjudicación, que se hizo efectiva el pasado 17 de febrero, todavía queda el último paso de formalización del contrato. Una vez se ejecute dicho procedimiento la vigencia de los servicios será para los próximos dos años.

BBVA Y CAIXABANK, AÑOS DE CONTRATOS CON LA GENERALITAT

La firma catalana ha sido hasta la fecha la más beneficiada por la Generalitat en este tipo de contratos. De hecho, la firma catalana siempre ha obtenido un porcentaje mayor de los pagos en los referentes al cash polling de la Generalitat, gracias a su mayor volumen de oficinas. Ya en 2013, este tipo de acuerdos estaba dividido en un 62,41% para la entidad que presidía en aquel momento Isidro Fainé, seguido por un 26,49% para BBVA y el 11,1% iba a parar a Catalunya Banc.

Con el paso de los años, y con la absorción de Catalunya Banc, el BBVA asumió esa tercera parte hasta lograr cerca de un tercio del pastel. Así, en 2017 el contrato se repartía en un 66,85% para Caixabank y un 33,15% para la entidad que presidía Francisco González. Por aquel entonces, a diferencia de ahora, ambos bancos no contaron con ninguna oposición. El hecho de que Sabadell y Santander hayan decidido presentarse en este proceso podría ser una señal de que próximamente la competencia será más estrecha.

De hecho, esos porcentajes históricos pueden cambiar drásticamente en los próximos años a medida que la concentración bancaria hace mella sobre la distribución geográfica de las oficinas bancarias. En especial, en el caso de que puedan volver las negociaciones entre la firma vasca y Banco Sabadell, ya que el gigante resultante sería capaz, prácticamente, de igualar a Caixabank en el número de oficinas. Aunque por el momento, esa posibilidad sigue siendo muy remota, aunque no imposible.


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