sábado, 23 noviembre 2024

El sector de la biomasa en pie de guerra por la información «errónea y confusa» de la OCU

Las patronales del sector de la biomasa Apropellets y Avebiom advierten a la OCU sobre errores detectados en sus valoraciones por los perjuicios que pueden ocasionar tanto para los consumidores, que reciben información «errónea o confusa», como para los comercializadores y distribuidores de biocombustibles, que ven como se desvirtúa la libre competencia del mercado. Desde hace años, la Organización de Consumidores y Usuarios realiza campañas de análisis y posterior comparativa de diferentes productores de pellets de madera y otras biomasas, que luego publica en su sección web “Comparador de pellets” y en la revista “OCU Compra Maestra”.

El sector de la biomasa está totalmente alineado con la defensa de los derechos de los consumidores. Por esta razón, existen varios esquemas de certificación a escala europea y mundial como ENplus y DIN PLUS, que certifican la calidad y sostenibilidad de los pellets de madera, o BIOmasud para otros biocombustibles sólidos.

Además, los mencionadas certificaciones se apoyan en normas, como la UNE EN ISO 17225-2, desarrolladas tras años de trabajo científico, y que cuentan con la colaboración de entidades independientes de prestigio que auditan, inspeccionan y analizan con estrictos criterios técnicos y de forma transparente, permitiendo la trazabilidad en todo momento del producto.

En la actualidad, cerca del 90% de los productores de pellets en España está certificado en alguno de estos esquemas, lo que garantiza al usuario que el producto que compra está dentro de los límites establecidos por estas normas y que va a obtener el servicio que espera con total seguridad, tal y como aseguran ambas entidades sectoriales: Asociación Española de Empresas Productoras de Pellets de madera y la Asociación Española de la Biomasa.

¿TIENE LA OCU CAPACIDAD TÉCNICA SUFICIENTE?

Apropellets y Avebiom no cuestionan la labor de la OCU. «Por supuesto, el sector de la biomasa aplaude la labor de las organizaciones de consumidores que se esfuerzan en identificar los mejores productos para los ciudadanos», aseguran ambas asociaciones, «pero creemos que es exigible que cuenten con la capacidad técnica y el rigor metodológico para poder hacerlo con garantías«.

Las dudas sobre el proceso de análisis y valoración de OCU se plantean desde el inicio: «qué protocolos aplican para recoger las muestras, dónde se realizan los análisis, qué formación técnica poseen las personas que analizan los datos y realizan las valoraciones…», son algunos de aspectos que ponen en duda las patronales del sector.

«La falta de transparencia en estos aspectos conduce, finalmente, a la publicación de información errónea y confusa para el consumidor, lo opuesto de lo que teóricamente busca la organización», sostienen los representantes sectoriales. De hecho, según el sector, esta falta de transparencia de los análisis realizados por la OCU no permite identificar la causa y motivos de las desviaciones entre los resultados obtenidos por los múltiples análisis realizados por los propios productores en fabrica, por laboratorios externos e independientes debidamente acreditados, o de las inspecciones periódicas realizadas por los diferentes sellos de calidad o esquemas de certificación; frente a los resultados obtenidos por la OCU.

«Al margen de las dudas sobre los ensayos y sus resultados, la OCU realiza valoraciones y afirmaciones que carecen de un mínimo de rigor técnico, y en otros casos manifiestamente erróneas, con referencias obsoletas; que reafirma la falta de conocimiento técnico necesario por parte de quien elabora los textos», añaden las productores de pellets de madera.

RIESGOS PARA EL CONSUMIDOR

Los interlocutores del sector de la biomasa y de los productores de pellets de madera ponen varios ejemplos sobre los errores en los que incurre la OCU y de las consecuencias de la confusión que ocasiona esta falta de rigor en la información. Por ejemplo, que un hueso de aceituna (no peletizado) aparezca en el comparador de “pellets” por encima de un pellet de madera, cuando las características y requisitos son diferentes podría llevar a creer a un consumidor desinformado que le iría mejor utilizar en su estufa de pellets de madera el hueso de aceituna que tiene una mejor valoración, y que los valores de un determinado parámetro son mejores en uno que en otro, cuando no se analizan los mismo parámetros, ni los limites tiene porque ser los mismos.

«¿Qué significa que un hueso de aceituna tiene 5 estrellas y un pellet de madera solo 4 estrellas en un parámetro determinado; cuando los valores y rangos que se les exigen pueden ser diferentes?», se preguntan las asociaciones sectoriales. Las diferentes clases de biocombustibles solidos que existen, todos con sus respectivas garantías, y adecuadas para sus respectivos equipos cuando así lo indica el fabricante, «no pueden ser categorizadas de forma conjunta dado que las exigencias y desempeño de cada uno de ellos son diferentes; y mucho menos bajo la denominación genérica de pellets», añaden.

«De igual forma que lo hemos hecho en múltiples ocasiones anteriores directamente con la OCU, ahora Apropellets y Avebiom vuelven a solicitar, esta vez de forma pública, que se revisen las metodologías y procesos de las valoraciones que realiza la organización de consumidores y corrijan la información errónea y confusa que publican», reclaman desde el sector. «Creemos que es importante que la opinión publica conozca los errores en los que caen estas valoraciones; y puedan tener a su alcance la mayor información contrastada», concluyen.

En este sentido, «desde Apropellets y Avebiom animamos a los consumidores a buscar la máxima calidad y sostenibilidad en los pellets de madera que adquieren». En este sentido, ambas asociaciones invitan a los usuarios a acceder a información específica, «tanto en el Blog del Pellet de Apropellets, y en el  Blog del Consumidor de Biomasa de Avebiom podrán encontrar información veraz y rigurosa sobre el uso de biomasa en sus hogares».


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