Se habla mucho de la mentalidad emprendedora y de lo importante que es, pero a la hora de poner una idea de negocio en marcha también debemos prestar especial atención a la mentalidad perdedora, porque nuestro objetivo será alejarnos lo máximo posible de ella. Igual que podemos encontrar personas tóxicas a nuestro alrededor, a veces somos nosotros mismos quienes nos saboteamos.
La actitud con la que nos enfrentamos a los problemas es fundamental para salir airosos de ellos. No se trata de que vayamos a solucionarlo todo solo por pensar que podemos hacerlo, pero si pensamos que no podemos hacerlo, nos vamos a acabar autoconvenciendo de ello y eso sí nos va a llevar a fracasar.
2La mentalidad perdedora se centra en los problemas y no en las soluciones
Tener una visión demasiado negativa de lo que ocurre a nuestro alrededor nos hace percibir cualquier pequeña cosa como algo negativo. Así, los problemas se van acumulando uno tras otro sin que se vea una salida clara a la situación. Si solo nos centramos en la dificultad y no pensamos en cómo superarla, no vamos a salir de dónde estamos.
En tiempos difíciles y con una gran incertidumbre como los que estamos viviendo, dejar de lado el pesimismo es fundamental. En lugar de dejarse ahogar por los problemas es momento de hacerse fuerte y buscar soluciones. Quizá no funcionen, pero siempre será mejor fracasar después de haber intentado hacer algo que fracasar por no hacer absolutamente nada.
