Desde que la pandemia apareciera en nuestras vidas a principios del pasado 2020, han sido muchas las técnicas, recursos y medidas que se han usado para protegernos, y hacerlo de la manera más eficaz posible para no contagiarnos de covid. Entre ellas, y haciendo un uso cada vez mayor, ha aparecido la colocación de la doble mascarilla. Un recurso que inicialmente se veía como otro elemento de seguridad.
Pero, con el paso del tiempo, son este tipo de alternativas para nuestra prevención las que se han visto como parte de las erróneas o las que no tienen ningún uso bueno. Es más, en el caso de la doble mascarilla, se ve ahora como una utilización que puede acarrear más consecuencias negativas y perjudiciales que favorables a la salud. Lo conocemos desde MERCA2.
4La respirabilidad con la doble mascarilla se puede volver en nuestra contra

En este sentido, también con relación al anterior ajuste del equipo protector, la doble mascarilla también podría incidir contrariamente a nuestra salud. Por ejemplo, y como uno de los efectos más comunes con la misma, puede hacer que respiremos con mayor dificultad.
O lo que es lo mismo: añadir mascarillas extra puede hacer que se haga más complicado y que el ajuste sea peor, máxime cuando somos propensos a problemas respiratorios. Por tanto, entre los puntos a considerar vemos que no ofrece más protección, sino menos eficiencia.
Y es que, con toda seguridad, uno de los puntos a los que siempre tenemos que tener en cuenta es nuestra respirabilidad. Esta no es otra que la capacidad de respirar a través del material de la mascarilla. Las mascarillas, en este caso, tienen que permitir el paso del aire para favorecerla, tanto de inhalación como de exhalación. Algo que con la doble mascarilla, lo único que haría es tapar ese paso de aire.