España está inmersa en el proceso de la segunda dosis de la vacuna contra el covid, después de que en los últimos días recibiera las primeras de la AstraZeneca y la Universidad de Oxford, la tercera que se administrará en el territorio nacional junto a las de Pfizer y Moderna. Pero, actualmente, muchas de ellas no están llegando a tiempo… lo que en muchos casos sólo está ralentizando el proceso.
Teniendo en cuenta que la de Pfizer se administra en dos dosis, la segunda se inocula en un plazo de unos 21 días, extendible hasta varias semanas más, para, después de 7 días, conseguir la inmunidad completa. El problema es que muchos países no están pudiendo completar con la segunda dosis por la escasez de vacunas disponibles. Ahora bien, ¿qué consecuencias puede traer este aplazamiento? Las conocemos desde MERCA2.
6La presión evolutiva de la vacuna favorecerá sobre el virus
Para reproducirse, los virus introducen su información genética en una célula huésped. Durante cada reproducción se producen pequeños errores de copia, y cada uno de esos errores también cambia el código genético del virus; es decir, que este muta.
Es por ello que la presión evolutiva de la vacuna favorecerá sobre el virus, pero para ello es importante que su efectividad sirva como inmunidad final. Algo que ya evidenció la propia Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios.
La misma detalla que el primer contacto con el antígeno de la vacuna es capaz únicamente «de desencadenar un determinado nivel de protección y éste se multiplica con dosis posteriores de la misma».
A esta medida se le añade el que nuevos estudios relacionan que las personas deberían recibir la segunda dosis cuando les toque porque no hay evidencias que demuestren el hecho de que una persona no reciba la segunda dosis aumente las posibilidades de mutación, pero sí de otras consecuencias como debilidad general, dolores de cabeza o estado febril que podría acrecentar.