El número de emprendedores que deciden probar suerte fuera de las fronteras nacionales cada vez crece más. Hay muchas razones para montar un negocio en el extranjero, y entre las principales están factores como una menor burocracia, cotizaciones más bajas a la Seguridad Social, e incluso un nivel más bajo de impuestos.
Se produce además el curioso fenómeno de que de vez en cuando hay zonas que se ponen de moda, y eso es justo lo que está ocurriendo últimamente con Estonia. De hecho, gracias a la conocida como e-residency es posible crear y operar una empresa desde este país sin tener que desplazarse al mismo. Pero, ¿por qué se están interesando tanto los emprendedores en este país del norte de Europa?
3La seguridad jurídica es un hecho
Otro de los factores que contribuye a que los emprendedores se decidan por este país es que forma parte de la Unión Europea y el euro es su moneda oficial. Esto implica que cualquier sociedad constituida en Estonia puede operar libremente dentro del ámbito de la Unión Europea y se le aplican las mismas reglas que a una empresa española, francesa, etc.
Muy contrariamente a lo que se cree, Estonia no es un paraíso fiscal. Es obligatorio llevar una contabilidad estricta y obtener un número de VAT intracomunitario para poder operar con clientes y proveedores de otros países de la Unión. Los beneficios de la sociedad tributan en Estonia, pero si hay reparto de dividendos los beneficiarios deben declararse en España a través de la declaración de la Renta.