El número de emprendedores que deciden probar suerte fuera de las fronteras nacionales cada vez crece más. Hay muchas razones para montar un negocio en el extranjero, y entre las principales están factores como una menor burocracia, cotizaciones más bajas a la Seguridad Social, e incluso un nivel más bajo de impuestos.
Se produce además el curioso fenómeno de que de vez en cuando hay zonas que se ponen de moda, y eso es justo lo que está ocurriendo últimamente con Estonia. De hecho, gracias a la conocida como e-residency es posible crear y operar una empresa desde este país sin tener que desplazarse al mismo. Pero, ¿por qué se están interesando tanto los emprendedores en este país del norte de Europa?
1Internet como derecho fundamental
En 1991 Estonia se independizaba de la Unión Soviética, y 30 años después ha conseguido convertirse en todo un referente en digitalización a nivel europeo e incluso mundial. Tanto, que ha sido el primer país en reconocer el acceso a Internet como un derecho más de sus ciudadanos. Absolutamente todos los trámites se pueden realizar online, incluso votar.
Esto hace que la burocracia en Estonia sea prácticamente inexistente, algo que resulta especialmente interesante para los emprendedores. No tienen que hacer filas para presentar documentación ni esperar días y días por una respuesta de la Administración. Desde su móvil pueden hacer todas las gestiones administrativas que necesiten.