La cotización por ingresos reales de los autónomos ha sido uno de los temas de los que más se ha hablado en los últimos meses. Desde que el Ministerio de la Seguridad Social hiciera pública su intención de hacer cambios en el sistema de cotizaciones al RETA, se ha especulado mucho sobre cómo podría ser.
Una de las dudas más importantes es cuándo entraría en vigor esta nueva forma de cotización que está en plena negociación y, al parecer, todo apunta a que no será hasta 2022 cuando se ponga en marcha. Porque primero tiene que haber acuerdo entre el Ministerio y las asociaciones de autónomos sobre cómo serán las nuevas cotizaciones y además será necesario hacer cambios en la Seguridad Social para pasar a un sistema de cuotas más dinámico.
Ya se ha informado a Bruselas de la implantación de la cotización por ingresos reales
Los autónomos llevaban décadas demandando un sistema de cotizaciones que, lejos de ser tan rígido como el actual, sea mucho más flexible y se amolde a lo que los profesionales están ganando en cada momento. De hecho, en plena pandemia, a muchos autónomos les vendría ahora muy bien una cotización basada en ingresos reales, porque tendrían que abonar a la Seguridad Social mucho menos de lo que están pagando.
Aunque el tema ha estado sobre la mesa durante mucho tiempo, nunca llegaba el momento adecuado para hacer cambios. Pero parece que ahora sí va a variarse de forma radical la forma que tienen de cotizar los autónomos.
Recientemente el Gobierno ha hecho llegar a Bruselas un listado que contiene alguno de los cambios estructurales más importantes que se producirán en España en los próximos años. En esa batería de medidas no faltan propuestas controvertidas como la de aumentar los períodos de cotización exigidos para poder cobrar el 100% de la pensión de jubilación, y también el cambio en el sistema de cotización de los autónomos.
El Ministro Escrivá ha declarado que ya se está trabajando en la transición hacia una cotización por ingresos reales de los autónomos y que es previsible que para el año 2022 el nuevo sistema ya esté operativo.
La cotización por ingresos reales no es para todos
Las negociaciones entre el Ministerio y las asociaciones de autónomos están ya avanzadas. Aunque hay un cierto hermetismo, lo que parece claro es que esta nueva forma de cotización no será aplicable a todos los que estén de alta en el RETA. Algo que, a juicio de entidades como la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos puede llegar a generar importantes desigualdades entre quienes trabajan por cuenta propia.
La propuesta que presentó el Gobierno el pasado mes de octubre dejaba sin la posibilidad de cotizar por sus ingresos reales a la mitad de los autónomos, mientras que se estima que la cuota mensual de unos 700.000 profesionales subiría. ¿Por qué? Porque el sistema se aplicará solo a los autónomos que tributan en estimación directa y a aquellos de los que se puedan conocer sus rendimientos netos. Esto suma un total de 1,5 millones, cuando en el RETA hay actualmente de alta unos 3,2 millones de profesionales.
Los autónomos societarios, los autónomos colaboradores, y quienes coticen por el sistema de módulos, quedarían fuera del sistema. A ellos se les aplicará el rendimiento neto que determine Hacienda de forma anual.
Por último, esta nueva forma de cotización también deja fuera de su ámbito de aplicación a quienes cotizan en módulos agrarios, lo que implica excluir a unos 200.000 agricultores.
Un cambio que será progresivo
A efectos administrativos cambiar la forma de cotización de más o menos 1,5 millones de personas es muy complicado, y puede acabar generando problemas tanto a la Seguridad Social como a los autónomos. Para que esto no ocurra, lo que se está planificando es una integración progresiva de los profesionales al nuevo sistema.
Esto supone que el cambio no será de un mes para otro para todos los autónomos, sino que unos accederían a la cotización por ingresos reales un mes, otros unos meses después, etc. De este modo, el proceso podría comenzar en 2022 pero alargarse en el tiempo.
El objetivo es evitar que puedan surgir problemas y también ahorrarle a los autónomos tener que hacer trámites de ningún tipo, por lo que es previsible que el cambio se produzca de oficio.
¿Qué implicará realmente el cambio en la forma de cotizar de los autónomos?
Depende mucho de cómo se regule el nuevo sistema. Lo que esperan los autónomos es que sea realmente efectivo y permita bajar las cotizaciones o incluso llevarlas hasta los cero euros cuando un profesional apenas esté teniendo ingresos.
Se estima que prácticamente la mitad de los autónomos que pueden pasar a este nuevo sistema de cotización van a ver aumentarse su cuota de cotización. A cambio, tendrán prestaciones más elevadas cuando tengan que acceder a una incapacidad temporal e incluso cuando llegue el momento de jubilarse.
Existen además dudas sobre qué ocurrirá con la tarifa plana. Esta medida ha funcionado muy bien para fomentar el autoempleo y los profesionales no son partidarios de que desaparezca. Muchos mantienen la necesidad de dejar el sistema de tarifa plana tal y como está y que, pasados doce meses desde el inicio de la actividad, el autónomo pase a un sistema de cotización basado en sus ingresos reales.
Aunque todavía hay muchas incógnitas sobre cómo será la cotización por ingresos reales de los autónomos españoles, la mayoría de los profesionales espera que se trate de un cambio a mejor y que el sistema sea lo suficientemente flexible como para poder adaptarse de verdad a su situación económica en cada momento.
Las negociaciones están en marcha desde octubre del año pasado y parece que todavía se prolongarán algún tiempo más. Pero es previsible que en los próximos meses se vayan despejando dudas y se vaya perfilando cada vez más el nuevo régimen de cotizaciones en el RETA. Quizá dentro de un año, ya haya muchos autónomos que se hayan olvidado de su cuota fija mensual y hayan accedido a un sistema mucho más equitativo.
