En invierno somos más propensos a padecer resfriados, gripes y en general, enfermedades infecciosas del sistema respiratorio. Esto se debe a varios motivos. Por una parte, el nivel de humedad ambiente desciende y esto ayuda a que los virus del resfriado puedan sobrevivir mejor fuera de los organismos. Además, esa sequedad ambiental también tiende a resecar la mucosa nasal, que es la primera defensa del cuerpo para impedir que los patógenos entren al cuerpo. Otra causa es que el frío nos mantiene durante más tiempo en espacios cerrados, por lo que la exposición a gérmenes es mayor. Los virus se propagan con facilidad en lugares cerrados como tiendas, centros comerciales, escuelas, o cualquier lugar interior donde confluya mucha gente.
Un último aspecto que nos hace más vulnerables en invierno es que en estas épocas del año el sistema inmunitario se ralentiza. Según algunos estudios, la respuesta inmune es más lenta a temperaturas frías. La buena noticia es que, aunque no podamos controlar el clima, si podemos hacer algunas cosas para estimular nuestro sistema inmunológico.
3ZUMO DE MANDARINA Y LIMÓN PARA TODO EL INVIERNO
Los cítricos son los aliados por excelencia durante el invierno, ya que ayudan que el sistema inmunológico esté más fuerte para combatir enfermedades. Son ricos en vitamina, especialmente en vitamina C, en antioxidantes y en minerales, sobre todo potasio. Si preparamos un zumo de además incluya las propiedades curativas del jengibre y la miel, tendremos un brebaje ideal para mantener a raya cualquier posibilidad de enfermar.
Los ingredientes que necesitamos son: el zumo de dos mandarinas, una pizca de jengibre rallado, el zumo de un limón, una cucharadita de miel y medio vaso de agua. Se mezclan los ingredientes y ya está listo para tomar. Se recomienda consumir unas tres veces por semana como mínimo.