En invierno somos más propensos a padecer resfriados, gripes y en general, enfermedades infecciosas del sistema respiratorio. Esto se debe a varios motivos. Por una parte, el nivel de humedad ambiente desciende y esto ayuda a que los virus del resfriado puedan sobrevivir mejor fuera de los organismos. Además, esa sequedad ambiental también tiende a resecar la mucosa nasal, que es la primera defensa del cuerpo para impedir que los patógenos entren al cuerpo. Otra causa es que el frío nos mantiene durante más tiempo en espacios cerrados, por lo que la exposición a gérmenes es mayor. Los virus se propagan con facilidad en lugares cerrados como tiendas, centros comerciales, escuelas, o cualquier lugar interior donde confluya mucha gente.
Un último aspecto que nos hace más vulnerables en invierno es que en estas épocas del año el sistema inmunitario se ralentiza. Según algunos estudios, la respuesta inmune es más lenta a temperaturas frías. La buena noticia es que, aunque no podamos controlar el clima, si podemos hacer algunas cosas para estimular nuestro sistema inmunológico.
2JARABE DE AJO Y MIEL, EL MEJOR ALIADO PARA COMBATIR INFECCIONES
El ajo es un excelente antibiótico natural que podemos incluir en casi cualquiera de nuestras comidas, para obtener sus fantásticos beneficios, además de disfrutar de su sabor como condimento. Es un alimento vegetal con propiedades que ayudan a combatir infecciones producidas por virus o bacterias, y lo que es mejor, sin dañar los microorganismos beneficiosos para el organismo. Además favorece la circulación, estimula el sistema digestivo y es muy diurético, facilitando la eliminación de toxinas.
Para este jarabe necesitas el zumo de 1/2 limón, un diente de ajo machacado, una cucharada de miel y una taza de agua. Es tan fácil como hervir todo unos minutos, colar y tomar.