Mediapro no está siendo ajena a las consecuencias económicas derivadas de la crisis sanitaria y Jaume Roures ha ejecutado una veintena de despidos en los últimos días. Asegura Comisiones Obreras que Globomedia «ha despedido a 11 compañeros en los últimos días, amparándose en la pandemia y en un problema de viabilidad».
Los despedidos por la compañía catalana, según la central sindical, eran personal «indefinido, alguno incluso en producciones activas o proyectos ya designados para, en su lugar, contratar personal por obra».
LLUVIA DE CRÍTICAS A ROURES
Recuerda CCOO que «Mediapro, compañía dirigida por Jaume Roures, «es un referente en el sector audiovisual europeo con 58 sedes en cuatro continentes y tuvo en 2019 unos ingresos de explotación de 1.208 millones de euros. Por otro lado, la facturación de Globomedia, ese mismo año, superó los 100 millones de euros».
Roures, y no es la primera vez, también es acusado de realizar actividades antisindicales: «Estos despidos se están viendo acompañados, en paralelo, de una disgregación de los trabajadores con la creación espontánea de nuevos ‘centros de trabajo’ donde sólo existen ‘lugares de trabajo’. No podemos dejar de interpretar este hecho como una intención clara de debilitar el derecho de los trabajadores y mermar la capacidad de acción de sus representantes sindicales».
Y además advierten que «se están produciendo subrogaciones de trabajadores de ficción de Globomedia a The Mediapro Studio (que ha pasado de ser una marca a ser una empresa), que implican pérdida de derechos como la antigüedad laboral, además de debilitar a la compañía y nuevamente disgregar a los trabajadores que quedarían sin representación sindical».
«Tras la sucesión de despidos injustificados, y esta serie de acciones, que consideramos mala fe, el Comité de Empresa decidió suspender temporalmente las negociaciones, en curso, con la empresa hasta que no se aclare el futuro de la plantilla», aseguran.
FIDELIDAD AL COMITÉ DE EMPRESA
Según CCOO, varios trabajadores de Roures reunidos en asamblea «han expresado su apoyo sin fisuras al Comité de Empresa de Globomedia y han decidido exigir a la empresa la paralización de esta oleada de despidos. Exigen además que cesen las modificaciones de contratos que afectan a las condiciones laborales de los trabajadores».
OTROS LÍOS PARA EL PRODUCTOR
Roures también es protagonista en Francia por impagar los derechos ligueros a causa de la COVID, que según él «afecta a muchos aspectos de la explotación de los derechos. No cuestionamos el proyecto como tal, pero los bares y los restaurantes están cerrados, la publicidad se ha hundido… Son cosas que todo el mundo sabe».
El empresario, para calmar a los impagados, aseguró en L’Equipe a un grupo chino «ha entrado en nuestra empresa y en nuestro capital. Nuestro proyecto es para cuatro años. Lo mantendremos. Sabíamos que no iba a ser rentable el primer año y sabíamos que no íbamos a tener millones de abonados el primer año”.
«Nadie podía predecir los efectos económicos del coronavirus. Ello nos ha obligado a ver cómo podemos adaptarnos a esta situación, sin poner en tela de juicio el compromiso que acordamos en abril de 2018. Todo el ruido que ha generado el conflicto no ayuda a nadie. Para el tema de los abonados ha sido lo peor. Confiamos en el proceso de conciliarnos con el público«, aseguró hace dos meses.
ELECCIONES
Roures está pendiente de las elecciones catalanas y también de las del Barça, ya que algunos lo sitúan detrás de la candidatura de Víctor Font. Él ha apostado por apoyar la regeneración en el club blaugrana de cara al futuro.
«Hace mucho tiempo que digo que las cuentas del Barcelona tienen un agujero muy importante. Nadie parece preocuparse. Hay que añadir unas deudas involuntarias porque son por la COVID y el dinero que no va a volver. Y tiene que ver también con que en general ahora esos superfichajes hasta cierto punto inmorales de cientos de millones de euros se van a acabar porque hay telarañas en la caja y la realidad se va a imponer a esos deseos de tirar el dinero de cualquier manera», asegura.
Sobre la posibilidad de presidir el Barça, advertía: «No me hace gracia. No me llama la atención. Prefiero hacer series, documentales, museos, cine… Hago muchas cosas que me motivan mucho más que estar en una directiva. Ninguna aspiración ni motivación».