Las patatas bravas conforman una deliciosa (y muy apetitosa) opción para preparar nuestro estómago antes de los primeros platos, o como principal, por qué no. En ello, y más allá de que sean muy factibles para sacarnos de algún apuro, existen varias formas de comerlas, a cada cual más rica y sencilla que la anterior.
El secreto de las mismas patatas bravas no es otro que conseguir con ellas que estén tiernas por dentro y crujientes por fuera. Y a partir de ahí podemos hacer un montón de variedades, como te presentamos a continuación desde nuestro portal de MERCA2. Al estilo tradicional madrileño, con chorizo… incluso como las de Chicote. ¡Que aproveche!
4El sabor característico de las patatas bravas con vinagre
Hemos visto que las patatas bravas con tabasco son realmente picantes, pero lo cierto es que no son las que pueden ser las más favoritos por los locos por este tipo de patatas. A continuación también conocemos las de vinagre.
Por sentado, son las que más gustan al público que acude a los bares para prepararse a modo de tapas antes de su almuerzo. Un tipo de bravas como acompañante que resulta del todo favorables.
Después de preparar nuestra salsa de tomate (bien sea con mostaza o al estilo madrileño), a esa salsa le añadimos un chupito de vinagre, pimentón picante, una cucharada de harina y un poco de sal. Terminaremos para para integrar bien los ingredientes y finalizaremos echando la salsa en el vaso de la batidora. Bate bien los ingredientes para que quede una salsa homogénea. Será el momento de esparcir la salsa por encima de las patatas. ¿A qué esperas?