Existen multitud de tipos de yogur, con o sin azúcar, con materia grasa o sin ella, con sabores muy variados, con distintas texturas, para veganos, etc. Además, son un producto muy querido y con unas propiedades nutritivas bastante interesantes, como las proteínas procedentes de la leche, el calcio, otros minerales como el magnesio, zinc y fósforo, y vitaminas del grupo B y A.
Un producto que lleva acompañando a la humanidad desde hace mucho tiempo. Se cree que el origen se sitúa en Turquía, o la Península Balcánica, en tiempos incluso anteriores a la agricultura. Los pueblos nómadas almacenaban la leche fresca en sacos hechos con piel de cabra, pero el calor y el contacto con la piel propiciaba la multiplicación bacteriana, haciendo que la leche fermentara y coagulara.
Pese a todo ese tiempo de evolución, a día de hoy muchos siguen cometiendo un error a la hora de comerse el yogur. ¿Eres uno de ellos?