Cuando se supo sobre el SARS-CoV-2 se desconocían muchas de sus características y posibles síntomas o secuelas que ahora se están viendo. Pero, lo que sí se sabía es que era un virus que usa las vías respiratorias para penetrar. Por tanto, la mascarilla se sabía que era un método eficaz para poder prevenir esta enfermedad.
Pese a eso, no se recomendaron desde el principio, para luego pasar a ser obligatorias. Algo extraño teniendo en cuenta que la Covid-19 no ha variado, sigue siendo un virus que usa el mismo vector de ataque que al comienzo. Y, por si fuera poco, ante todo este desconcierto, algunos recomendaban las quirúrgicas, mientras otros llevan meses diciendo que las efectivas son las FFP2 para la población.
Ahora, no solo se ha recomendado el uso de FFP2, y hacerlo de forma apropiada, también está el debate de usar un grado más de protección con una FFP3 ante las nuevas variantes más contagiosas, e incluso también el uso de una doble mascarilla…
2¿Por qué esto de la doble mascarilla ahora?
Como se ha podido comprobar, no todas las mascarillas protegen igual. Además, algunos fabricantes han comenzado a distribuir mascarillas no homologadas o con una eficacia bastante dudosa que se han entremezclado con el resto de modelos que sí son efectivos, creando una peligrosa mezcla que no está ayudando nada en frenar la pandemia.
Ahora se está comenzando a recomendar algo que ya se sabía desde hace tiempo, y es que las únicas realmente efectivas, para espacios mal ventilados, son las FFP2 o FFP3. El problema es que son caras como para permitirse ponerse una cada 8 horas y desecharla.
Esto lleva a que algunos estén pensando en imitar a los sanitarios que usan doble mascarilla en el ámbito hospitalario y también se pongan una doble mascarilla quirúrgica o de otro tipo.
Además, Anthony Fauci, el doctor asesor del gobierno de EE.UU. para la pandemia, también fomentó esta idea, diciendo que llevar dos mascarillas puede ser una buena idea. Eso sí, siempre y cuando se coloquen de forma correcta, de lo contrario podría ser incluso peor.
«Si tiene una protección física de una capa, y se coloca otra capa, es de sentido común que probablemente sea más efectiva. […] Esa es la razón por la que se ve a gente con doble mascarilla o haciendo su propia versión de una N95.»
Además, la OMS también ha hablado sobre la eficacia de la mascarilla y del número de capas de las que constan. Lo ha hecho Maria D. Van Kerkhove,, que aseguró que se deberían llevar mascarillas con, al menos, tres capas, cada una con un propósito diferente. Una para proteger contra salpicaduras y gotas (externa), otra para filtrar (intermedia), y otra para absorber saliva y sudor (interior).