Cuando se supo sobre el SARS-CoV-2 se desconocían muchas de sus características y posibles síntomas o secuelas que ahora se están viendo. Pero, lo que sí se sabía es que era un virus que usa las vías respiratorias para penetrar. Por tanto, la mascarilla se sabía que era un método eficaz para poder prevenir esta enfermedad.
Pese a eso, no se recomendaron desde el principio, para luego pasar a ser obligatorias. Algo extraño teniendo en cuenta que la Covid-19 no ha variado, sigue siendo un virus que usa el mismo vector de ataque que al comienzo. Y, por si fuera poco, ante todo este desconcierto, algunos recomendaban las quirúrgicas, mientras otros llevan meses diciendo que las efectivas son las FFP2 para la población.
Ahora, no solo se ha recomendado el uso de FFP2, y hacerlo de forma apropiada, también está el debate de usar un grado más de protección con una FFP3 ante las nuevas variantes más contagiosas, e incluso también el uso de una doble mascarilla…