A pesar de la pandemia, en 2020 se instalaron 596 MW de potencia fotovoltaica para autoconsumo en España, un 30% más que en 2019. En este contexto, el autoconsumo doméstico ha experimentado un crecimiento sin precedentes alcanzando el 19% de los MWs fotovoltaicos instalados. La patronal del sector no oculta su “sorpresa”, ante un crecimiento que “se preveía más lento”. Este boom del autoconsumo impulsa a Unef a avanzar en un sello de calidad del instalador, para que la democratización de esta tecnología “se realice con garantías”.
El autoconsumo doméstico vive un momento dulce en una de las etapas más amargas de la economía. De los megavatios instalados en autoconsumo, un 2% se corresponden a instalaciones aisladas de la red. En cuanto al reparto por sectores, la mayoría de esta nueva potencia, un 56%, se circunscribe al sector industrial, un 23% al sector comercial y un 19% al ámbito doméstico, que es donde el autoconsumo ha experimentado “un crecimiento sin precedentes”, según la Unión de Empresas Fotovoltaicas. En 2019 el autoconsumo doméstico supuso un 10%.
Tal y como ha explicado a MERCA2, el director de Unef, José Donoso, a las causas “tendenciales” como “el aumento de las bonificaciones fiscales por parte de las administraciones locales y regionales”, se unen otros motivos coyunturales derivados de la pandemia, con un tipo de usuario “que ha tenido la oportunidad de ahorrar durante este período de confinamiento”, en el que, necesariamente se ha producido una contención del gasto, y “en la disponibilidad de tiempo para informarse” sobre cuestiones que afectan al consumo de los hogares.
En un contexto tan favorable y dadas sus características “disruptivas” el autoconsumo es una tecnología “democrática en sí misma”, con “una tecnología simple” que puede desarrollar “tanto una gran empresa como un pequeño instalador de provincias”. De ahí la insistencia de Unef en recordar a los consumidores que cuenten con profesionales con experiencia en el sector, a la hora de contratar el desarrollo de su instalación de autoconsumo, “no olvidemos que estamos hablando de una instalación eléctrica”, apunta Donoso.
Tanto es así que la patronal fotovoltaica ya trabaja en la creación de un sello de calidad específico para los instaladores, para contribuir a que los usuarios tengan acceso y garantías de contar con el personal adecuado para una instalación específica.
UN CARAMELO PARA LOS GIGANTES DEL HOGAR
El sector del autoconsumo no deja de incorporar nuevos actores, más allá de las empresas especializadas en el desarrollo fotovoltaico. Hace unos días, Ikea ponía en marcha uno de los planes más ambiciosos de su estrategia sostenible. El gigante sueco para España ha elegido a Contigo Energía, como proveedora de las soluciones de autoconsumo fotovoltaico. A través de este acuerdo, la multinacional ofrecerá a sus clientes la posibilidad de generar su propia energía en casa a lo largo de la primavera de este año.
Pero que el negocio de las renovables en el ámbito doméstico y empresarial es una apuesta segura también para los grandes del bricolaje, el diseño y la decoración, ya lo había demostrado Leroy Merlin. En este segmento, la firma francesa representa el máximo exponente en la promoción del ahorro energético y el consumo responsable en hogares e industrias, cuyas cifras de consulta y venta pueden tomarse como un valioso termómetro del interés y la evolución de las formas de consumo.
“La biomasa sigue siendo la solución renovable más demandada”, afirmaba en recientes declaraciones a MERCA2, Pilar Pérez, jefa de producto de Energías Renovables en Leroy Merlin España. El autoconsumo será otro filón para la firma francesa. En el negocio vinculado a la electricidad ha encontrado aliados entre las grandes eléctricas, como Endesa.
El retailer del sector DiY (Do it Yourself) también comercializa placas solares destinadas al autoconsumo. En este contexto, el objetivo de Leroy Merlin no se centra en vender productos sino más bien proyectos. Y, para esto, se ha aliado con Iberdrola y Endesa.
CRECIMIENTO SIN PRECEDENTES
Estas cifras ponen de manifiesto que, a pesar de ser un año muy complicado, en el que la pandemia de la Covid produjo un gran descenso de la demanda energética en términos generales, las familias han podido optar por esta forma de energía más barata y más limpia.
Por un lado, los que no han perdido su empleo o no se vieron afectados por un ERTE han podido ahorrar y pensar en cómo invertir su dinero. De hecho, la tasa de ahorro de las familias ha pasado de un 8% a más de un 31%, según las estadísticas del INE. Por otro, los incentivos locales y la eliminación de barreras administrativas se han sumado a las fuertes campañas de divulgación por parte de las empresas.
“En el caso de viviendas unifamiliares en una zona soleada, una instalación sin baterías es una inversión que se puede recuperar en 9 o 10 años. Además, hay deducciones en el IBI y los bancos no están dando rentabilidad por lo que su dinero está mejor en el tejado de la casa”, explica Donoso
Una de las prioridades Unef es la simplificación administrativa frente al autoconsumo. Este año son ya ocho las Comunidades Autónomas que han eliminado la licencia de obra para las instalaciones sobre tejado y esperamos que otras se sumen muy pronto. Otra, en este caso para conseguir un crecimiento sostenido a lo largo de la década, pasará inevitablemente por disminuir el término fijo de la factura eléctrica española, el más elevado en Europa.
COMERCIAL E INDUSTRIAL, ESTABLES
El avance en las instalaciones en el segmento industrial se ha estabilizado alcanzando un 56% de los MWs fotovoltaicos instalados en 2020, frente al 70% que supusieron en 2019, y en el ámbito comercial ha supuesto un 23%, frente al 30% registrado el año pasado. El desarrollo particular de las instalaciones de autoconsumo en estos sectores ha dependido de cómo se han visto afectados en cada caso por la crisis sanitaria.