Los smartwatch empiezan a ser tan habituales como los smartphones, sobre todo gracias a sus mejoras en medición de todo tipo de parámetros y al aumento de la actividad deportiva y de aventura por parte de la población. Estas maravillas tecnológicas hacen de todo y lo de dar la hora es lo de menos: calculan distancias, calorías, pulsaciones, y hasta el tan útil con la pandemia oxígeno en sangre; la mayoría tienen GPS, puedes descargar música y hasta pagar en las tiendas. Pero faltaba un sensor que monitorizara algo vital para millones de personas: los niveles de glucosa para aquellos que padecen diabetes. Pues en parte es ya realidad y grandes compañías como Apple y Samsung lo van a incluir en sus nuevos modelos.
Hasta ahora para saber ese parámetro era necesario tener una pequeña muestra de sangre. Por supuesto, tu smartwatch no te pinchará para saberlo, sino que usará una técnica no invasiva y te tendrá al tanto en todo momento de tu nivel de glucosa. Todos los rumores apuntan a que los futuros Samsung Galaxy Watch 4 como Apple Watch Series 7 incluirán sensores ópticos capaces de monitorizar ese nivel de glucosa en sangre sin que te enteres. Pero no son los únicos, como ahora veremos, e incluso otros ya se han adelantado.
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El gigante tecnológico no podía faltar a la cita de esta mejora tan importante en un smartwatch, y ya trabaja en ello también, si bien más retrasado que Samsung y Apple. Y lo hace a través de Fitbit, una compañía que ya es suya en parte, y que ha invertido 6 millones de dólares en la llamada Sano, una startup que desarrolla un parche para monitorizar el nivel de glucosa en sangre. También han llegado a un acuerdo con Dexcom, empresa que también trabaja en un sistema no invasivo de monitorización de los niveles de glucosa en sangre.
Los estudios y datos son prometedores, y quizá al final sirvan, gracias a mejoras, como sustitutos totales. Así lo afirma un estudio de 2018 realizado en 200 pacientes con estos sistemas no invasivos y que «demostraban la eficiencia y precisión del sistema no invasivo como herramienta complementaria y quizás como sustituta» de los glucómetros tradicionales. Ya veremos quién tiene razón.